Métodos científicos para detectar la mentira

Por Código Mente @codigomente

¿Qué es la verdad?

 ¿Lo que yo creo sobre algo? ¿Lo que tú crees sobre algo? ¿Aquello que se puede demostrar científicamente o a través de pruebas? ¿Mi verdad cambiará en función de la información que tenga? ¿O puedo autoengañarme, consciente o inconscientemente según lo que quiera admitir y creer?

Podría adentrarme en un debate filosófico acerca de lo que es la verdad, la mentira y las medias verdades y según el caso a debatir obtendría una respuesta u otra.

Pero lo cierto es hay momentos en el mundo real en que necesitamos saber no sólo lo que la gente piensa u opina, sino cómo ocurrieron realmente unos hechos, quienes son los culpables y quienes las víctimas, o corroborar la veracidad de un testimonio para poder usarlo como prueba en un juicio.

Incluso aplicándolo al mundo empresa, es interesante conocer si nuestra imagen de marca o nuestra campaña de marketing conecta con el público objetivo y transmite aquello que queremos transmitir.

Para todo ello, una forma de averiguar la verdad utilizada desde finales de los años 30, aunque no  sea la más rigurosamente científica, es registrando las respuestas fisiológicas a través del polígrafo o máquina de la verdad;  inventado en 1938 por Leonard Keeler, del departamento de policía de Berkeley (California). Pero esta no es la única manera que actualmente existe.

¿Qué tipos de detectores de mentiras hay?

  • Polígrafo: es un instrumento de medición que registra las variaciones en respuestas fisiológicas como la presión arterial, el ritmo cardiaco, la frecuencia respiratoria o la conductancia de la piel generadas ante la presión de determinadas preguntas.
  • Electroencefalograma (EEG): es una prueba que a través de electrodos colocados en la cabeza se registra la actividad eléctrica cerebral, permitiendo observar cómo reacciona el cerebro ante ciertas imágenes o palabras conocidas o desconocidas o incluso preguntas.
  • Resonancia magnética funcional: las imágenes por  resonancia nos permiten observar la actividad en las regiones cerebrales, mientras se ejecuta una determinada tarea de una forma mucha más precisa que otros métodos.

POLÍGRAFO

Apoyándome en el artículo de la Asociación Psicológica Americana (APA) sobre la verdad de los detectores de mentira, puedo observar la gran controversia existente acerca de la precisión del polígrafo y por tanto su validez científica.

Muchos psicólogos afirman que sólo hay una pequeña  evidencia que confirme la precisión del aparato, debido a que se basan en el razonamiento de que no hay un único patrón sobre las reacciones psicológicas de mentir o engañar. Cierto es, que no todas las personas somos iguales, ni reaccionamos igual ante la presión. Aunque se esté diciendo la verdad, el miedo a ser evaluados a través de un polígrafo u otro método, puede afectarnos y hacer que contestemos nerviosos. De la misma manera,  una persona  puede también mentir sin mostrar emoción o ansiedad y que el polígrafo no lo detecte. Además de no olvidarnos del posible riesgo de no separar entre el efecto placebo, que los evaluados crean en la eficacia del procedimiento, y  la realidad del engaño y su respuesta fisiológica.  E incluso la precisión, puede verse afectada por no calibrar bien la máquina o la falta de experiencia en el uso de la misma.

Añadiendo números a la exactitud del polígrafo, según datos observados en un estudio sobre el uso del polígrafo como tratamiento en agresores sexuales,  hablamos  de un 85% de precisión. Debido a la debilidad metodológica, expertos de dicho estudio concluyen que la mejor estimación del polígrafo reside en un 81-91%.    El ratio de predicción negativo, aquel que  mide la probabilidad de que el sujeto esté diciendo la verdad cuando el examinador determina que no ha mentido, es de un 97%. Una cifra muy alta y buena que destaca frente al 48% que obtiene el ratio de predicción positivo, el cual es la probabilidad de que la persona esté mintiendo cuando el examinador determina que ha mentido. Por lo que el 52% habrá mentido sin ser detectado.

En un análisis de National Academy Of Sciences se declara que incluso en estudios con la tasa base de engaño baja, y aún con un alto porcentaje de precisión, se producen más falsos positivos que verdaderos positivos.  Siendo esta una de las principales razones para las que no se apoye el uso del polígrafo en contextos de seguridad. Pero si se utiliza, se especifica que partiendo de una tasa base de engaño con probabilidad de ser baja, el polígrafo solo será viable cuando la tasa base de engaño exceda el 10%.

Una vez conocidos estos datos, opino que el polígrafo no se puede tomar como una prueba científica e irrefutable. Aunque  ha sido rechazado como prueba en juzgados en numerosas ocasiones, todavía puede encontrarse como prueba de apoyo en algunos juicios; acerca de lo cual creo no debería tomarse como prueba única y básica en toma de decisiones. Si pudiéramos hablar de un 95-98% de precisión, aumentaría su fiabilidad y rigurosidad; hasta entonces, ha de tomarse con cautela. Siendo que no desapruebo del todo la posibilidad de utilizarlo para obtener una idea general sobre algún tema o estudio, intentar comprobar la veracidad de testigos o su utilidad en ciertos tratamientos con agresores.

Por último me gustaría mencionar los métodos de interrogación llevados a cabo en el polígrafo. Clásicamente, es una retahíla de preguntas que combina preguntas de control y de relevancia. Mientras que las preguntas de relevancia  cuestionan directamente acerca del crimen de estudio, las preguntas de control están diseñadas para controlar el efecto que pueden causar las relevantes, preguntando sobre fechorías o crímenes del pasado pero similares a las objeto de estudio. Son preguntas del tipo ¿Has sido alguna vez traicionado por alguien en quien confiaras? Estás preguntas producirán más ansiedad a los que están diciendo la verdad que a los que mienten. Puesto que pueden comprometerles más que aquellas relacionadas con el crimen que no han cometido. Además, si no se aprecia diferencia entre las preguntas de control y las de relevancia, el resultado de test se considera inconcluyente.

Otro procedimiento de polígrafo alternativo es el llamado Test de conocimientos de culpabilidad (GKT). El cual consiste en un test multiopciones sobre imágenes o cuestiones que sólo el sospechoso en cuestión ha de conocer. La limitación es que puede usarse cuando se tenga dicha información. Una pregunta de ejemplo es, ¿Fueron 500,1000, o 2000€ robados? Una respuesta fisiológica dilatada a la respuesta correcta indicará engaño. Aunque interpretar no engaño, puede indicar falta de conocimiento más que de inocencia.

ELECTROENCEFALOGRAMA(EEG)

Obtenemos similares resultados de precisión al polígrafo, siendo los datos de un 86%. El estudio que se realiza a través de EEG difiere un poco en forma al del polígrafo, aunque sigue el método GKT (test de conocimiento de culpabilidad) junto a las ondas cerebrales P300. Tal como observamos en el artículo Una nueva aproximación para el EEG, los sujetos fingen realizar un robo de unas joyas y luego se les muestra las imágenes con joyas, tanto las robadas como otras nuevas y se estudia la reacción neuronal ante ellas.

La onda cerebral P300 es un impulso eléctrico que el cerebro emite 300 milisegundos después de que se le ha formulado una pregunta. Por lo que si el individuo recuerda el hecho por el que se le está interrogando, la onda es más alta que si tiene delante algo novedoso.

RESONANCIA MÁGNETICA FUNCIONAL

La resonancia magnética funcional ha sido utilizada desde las neurociencias como  la herramienta más idónea para conocer los pensamientos de la gente, pudiéndose detectar la mentira, con una increíble precisión y buenos resultados.

El doctor Frank Andrew Kozel y su equipo han examinado imágenes de cerebro mientras se producía engaño y han encontrado que para mentir, en comparación con decir la verdad, se activan cinco regiones del cerebro. Aunque son interesantes  resultados, todavía es algo precipitado como para usarlo en casos individuales de la realidad.

Además, se han realizado diversos estudios en los que se mostraban diferentes objetos o dibujos, se le pedía a la persona, mientras se encontraba dentro de la resonancia, que pensara en esos objetos, para poder ver la zona del cerebro que se iluminaba y así el programa pudiera demostrar que efectivamente la persona estaba pensando el objeto sugerido. Pudiendo utilizar así el método GKT, de test de conocimientos de culpabilidad.

Se llega a definir en el  video Mind Reading de la CBSal cerebro como una máquina de pensamiento biológica, a la que cada vez más, puede descifrarse mediante resonancia magnética lo que se está pensando. Llegando incluso a afirmar que en el futuro los avances permitirán a las máquinas leer pensamientos más complejos.

Pese a que es el método que más información, más fiable y precisa puede darnos, es también el más caro y menos cómodo de utilizar. Por lo que todavía no está tan generalizado su uso. Además, continúa abierta su investigación en aplicaciones.

¿Cómo engañar al detector de mentiras?

Uno de los principales problemas a la precisión de los detectores de mentiras es la posibilidad de engaño sin que sea fácilmente detectable. Tanto el polígrafo como el electroencefalograma son susceptibles de contramedidas que pueden manipular los resultados. Como por ejemplo:

  • Drogas.
  • Técnicas mentales o psicológicas, así como ciertos movimientos físicos.
  • Borrado parcial de la mente a través de técnicas de bloqueo mental. Demostrado en un estudiode crimen simulado  en el que antes de enfrentarse al escáner de EEG, se entrenaban con el que bloquear mentalmente parte de la memoria, siendo suficiente para aparecer como inocentes en los resultados.

USOS EN LA ACTUALIDAD:

  • TRATAMIENTO en Agresores sexuales:

En el estudio realizado sobre la utilidad del polígrafo en tratamientos de agresores asexuales, se observa que realmente  los pacientes encuentran útil el uso del polígrafo con el que se comprueba sus avances. Un 44% reconocieron haber sido más sinceros con los oficiales de la condicional debido a la amenaza del polígrafo. Y un 34% le ayudo a ser sincero sobre el comportamiento con sus familias y amigos. Pese a que el 2% admitió usar drogas para mentir al polígrafo, más de la mitad de los pacientes han admitido resultarle útil como parte del tratamiento y en prevención a comportamientos de riesgo.

Por lo que realmente encuentro interesante este uso del polígrafo, debido a que no se está usando para conocer si realizaron o no el delito, pues que ya han sido juzgados por ello, sino que las preguntas se realizan para comprobar que el tratamiento es efectivo, con el 86% de precisión, el objetivo se cumple.

  • JUICIOS EN ESPAÑA Y EEUU:

Aunque como he mencionado antes los polígrafos u otros detectores de mentiras no son pruebas habituales en los juicios, si que se han llegado a utilizar alguna vez. Por ejemplo en EEUU sirvió para sacar de la cárcel a un inocente, el doctor encargado de realizar la prueba afirma que su método tiene un 99% de fiabilidad. Ahora se plantea utilizar el mismo método en España, en Zaragoza concretamente, el test neurológico de Potencial de Evocación Cognitiva,  el EEG junto a  las ondas P300, para averiguar si un hombre asesinó a su mujer o no. Pero para ello han de determinar todavía si la prueba será válida en el sistema judicial español.

A modo de conclusión final, creo que los estudios sobre los detectores de mentira, tanto polígrafo como EEG, no tienen suficiente validez científica para constituir una prueba por sí mismos; debido a los fallos que sostienen y la posibilidad de evitarlos.  Pero que pueden dar una aproximación a la realidad útil en los estudios o utilizarse en tratamientos. Respecto a la resonancia magnética, se ha demostrado que es de las más precisas en comparación a las anteriores y permite acceder a mayor información del cerebro, aunque ha de seguir estudiándose  y desarrollándose sus aplicaciones, no es tan accesible como los otros métodos.

FUENTES UTILIZADAS:

GRUBIN & MADSEN (2006) “Accuracy and utility of post-conviction polygraph testing of sex offenders”, Br J Psychiatr. Vol. 188, páginas 479-483.

ABOOTALEBI y cols. (2009) “A new approach for EEG feature extraction in P300-based lie detection”, Comp Meth Progr Biomed. Vol. 94, páginas 48-57.

American Psychological Association (APA), The truth about lie detectors (Aka Polygraph Tests)

Zara M. Bergström(2013)”Intentional retrieval suppression can conceal guilty knowledge in ERP memory detection tests” biological psychology, Vol.94, páginas 1-11.

Ashik Siddique (2013) How to Beat Lie Detector Brain Scans: Suppress Memories of Guilt” Medical daily

Patricia Peiró(2013) “Un cadáver oculto en el cerebro” Política El País

Video Mind Reading de CBSNews