Yo creo que son muy resultones así que cojamos el material y manos a la obra. Lo que necesitáis es:
El proceso es muy sencillo: cortáis la tela con la forma que veis a continuación del tamaño que necesitéis. Los nuestros medían unos 10 cm de ancho y 17 cm de alto. Coséis un pespunte a máquina alrededor y los rellenáis con lo que más os guste: chocolates, gominolas, caramelos…Yo utilicé un hilo rojo para que hiciera contraste pero podéis utilizar el que más os guste. Una vez rellenos los cerráis con un cordón y listos para esconder.
Nosotros hicimos una especie de búsqueda del tesoro un fin de semana que pasamos en una casa rural, con pistas que iban llevando a los niños de unos sacos a otros. Ése fue el motivo de hacerlos con tela de arpillera, para darles un toque rústico. Pero vosotros podéis utilizar la tela que más os guste.
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