Volvemos a las andadas con el tema apartamentito.Desde hace días os machacaba con el blanco en el piso, pero os voy a descubrir mi nuevo fetiche cual urraca: el oro.
Cuando le dije a Josep: "quiero pintar una pared color oro" me sorprendió que no me tachara de loco, es más, le pareció una buena idea.
Corrí a mi tienda de cabecera, pero no tenían el color oro en pintura plástica. Como solución me daban un esmalte sintético, pero no las tenía todas, así que lo aplacé hasta dar con la solución.También me planteé un papel pintado, pero el gotelé no lo permite.Total, que mi sueño dorado se iba esfumando hasta que tuve una peculiar idea: SPRAY!!!De entrada puede parecer algo descabellado y costoso, pero de verdad me ha sorprendido en varios aspectos:-Es rápido, en una hora y media he hecho el cambio radical a mi pared.-No ensucia tanto. Eso lo explicaré más abajo.-Gastas la cantidad justa de pintura.-El coste de cada bote suele rondar los 2 o 2,5€. Para esta pared he gastado un total de 9, así que se podría decir que el coste total no ha superado los 25€.Ahora, como no, el paso a paso ilustrado!No sé si recordaréis cómo era el comedor en sus principios, pero por si acaso rescataré esta foto del baúl de los recuerdos para vosotros.El color como veis... ORO.
La marca? mi ya conocida gama Pinty Plus Basic (económica) de Novasol, sí, esa misma que fabrican en España y viajan por las ferias con una caravana a lo Jesús Puente en "lo que necesitas es amor".
Si alguno no conocéis todavía su blog os dejo aquí el link para que toméis ideas de tooooodo lo que se puede hacer con esta herramienta-material.
Aquí un momento confesión: tras la primera capa el resultado era algo catastrófico, mirad que lagunas me quedaron!!!!
Menos mal que reservé pintura para el remate. Una única capa era insuficiente para cubrir un material tan poroso como una pared de yeso pintada con pintura plástica.
No se puede captar bien con la cámara, pero realmente es una pared de oro, con sus reflejos glamourosos y todo!
Poco a poco el comedor del apartamento ya no es el rincón anticuado que era, y os aseguro que la inversión, tanto en muebles como accesorios está siendo mínima, lo cual es todo un orgullo.
Aprovecho para repintar las paredes blancas manchadas y tras colgar las cortinas y una limpieza a fondo del comedor solamente ha quedado colocar de nuevo el sofá y empezar a tramar-idear opciones para seguir avanzando en él.
Una opción arriesgada la de pintar en color oro, pero le da un toque acogedor a una estancia del apartamentito que hasta ahora parecía fría y olvidada.