Llevo unos años paseando por la vida, camino sin sentido de un lado a otro, no tengo objetivos, simplemente paso el día para luchar por mis hijos, que son lo más importante que tengo...
Cada día me pregunto en que fallé, que hice mal, él se fue con otra, ella es la culpable, lo estropeó todo...
Al mismo tiempo me digo, si el volviera conmigo, yo lo aceptaría, se ha olvidado de nosotros durante cuatro años, pero volvería si el me lo pidiera...
Quisiera que mi vida no fuera tan triste, es qu no tengo ánimos para nada, no puedo levantarme de la cama y seguir adelante...
Estos párrafos son extraidos de una entrevista realizada a una persona que acudió a terapia tras una ruptura marital, pero puede ser el diálogo general de múltiples personas que han pasado y están pasando por un proceso de ruptura de pareja.
Pero, ¿Qué define un proceso de separación? ¿Por qué es tan doloroso?, ¿Nos recuperamos alguna vez de ese trauma?...
Cuando una pareja no funciona y ha agotado muchos intentos de salvar situaciones difíciles por todos los medios, se ha dejado las fueras en superar una crisis tras otra, que acumulan malestar y dolor, llega un momento que por cansancio la pareja se rompe. Y esta ruptura en el primer momento no es traumática, ya que la entendemos como un alivio después de tanto desgaste, pero resulta que después de un tiempo nos sentimos afligidos y echamos de menos a la otra persona, por muy mala que fuese nuestra relación. Lo mismo sucede en rupturas inesperadas por desengaños amorosos, nos sentimos mal y anhelamos a la otra persona, incluso llegamos a pensar que sin ella nuestra vida será imposible.
En el momento de crisis y separación, las emociones están a flor de piel, no podemos entender lo que nos sucede, las valoraciones son irreales y cargadas de malestar, por ese motivo el plantear un reconciliación rápida puede generar con el tiempo mayor dolor en las personas. Aunque tampoco soy partidario del tiempo, cuando una pareja solicita tiempo, o un miembro de la misma plantea separarse por un tiempo, la experiencia me dice que la separación está próxima, ya que los problemas de convivencia y relación deben de ser abordados por la propia pareja, y si esta no existe, el tiempo no hará más que aumentar las diferencias generar aún más malestar en los dos miembros de la unión.
Pero volvamos al dolor que sufrimos durante la ruptura, esta situación emocional y mental nos anula, se asemeja a un proceso de duelo tras la pérdida de un ser querido. En cierto modo es similar, hay una perdida y normalmente entendemos que es irrecuperable por ese mismo motivo desde la psicología se plantea que tras una separación vivenciamos un proceso de duelo.