Siempre pensé que antes que en el Triatlón me estrenaría en el Duatlón. El echo de que no exista el sector natación da más confianza a la hora de iniciarse, pero en mi caso cuando me plantee debutar ya era época de Tri, así que me tiré a la piscina sin pensarlo (y además literalmente). El fin de semana pasado tuve la oportunidad de disfrutar uno, y solo decir que me lo pasé tan bien, que ya he buscado otro.
Cuando se propuso montar varios equipos para participar en el Duatlón por equipos del Prat no me lo pensé, hace tiempo que quería probarlo y la idea de hacerlo en equipo me gustaba mucho. El Club montó tres equipos para la prueba Open (dos masculinos y uno femenino) y ahí estabámos cuatro de las chicas con ganas de disfrutar a tope!
De izquierda a derecha: Silvia, Mati, Laura García y Laura Galán
El domingo a las 07:00h sonaba el despertador; Juanmi ya se había levantado, pero yo como siempre, apuraba los 15 minutillos de más. Curiosamente no estaba nerviosa, (es lo primero que pensé al despertar) y la verdad, estaba encanta de no estarlo. Sabía que íbamos a disfrutar, no importaba tanto el tiempo como en otras cursas en las que has preparado algo muy específico y quieres mejorar tu tiempo. El domingo eso daba igual, lo importante era salir y llegar juntas y que todas lo disfrutáramos y acabáramos con un buen recuerdo.
Habíamos quedado a las 08:30h en la zona de boxes, al llegar al Prat hacía bastante viento y llovía. Vaya… Esperemos que la cosa mejore, pensé. No sabía hasta qué punto mis compis decidirían no salir. Yo tenía muchas ganas y estaba dispuesta a arriesgar, pero finalmente la decisión seria de todas y tampoco es cuestión de ponerse en peligro innecesariamente. Por suerte el día se fue abriendo, dejó de llover, y bueno… el viento no desapareció pero era muy soportable (no tanto para los equipos que fueron saliendo más tarde ya que el viento fue a más).
Antes de empezar habíamos hablado sobre el ritmo que queríamos/debíamos llevar (esto es primordial si no se quiere descolgar a nadie por el camino). Puede costar llegar a un acuerdo cuando cada uno se conoce a sí mismo y sabe para cuánto está, pero creo que aquí está una de las cosas interesantes y bonitas del trabajo en equipo, verdad? El interés personal pasa a un segundo plano y el ritmo lo debe marcar el más lento.
Es evidente que el más lento va a ir apretado gran parte de la carrera, y el domingo aprendí que es deber del que va más “sobrado” invertir esa energía en animar, distraer e incluso asesorar. No es lo mismo ir sufriendo solo que llevar a alguien al lado animándote, o en nuestro caso, a Mati contando sus historietas jejeje.
Habíamos decidido salir a 5-5:15 min/km y en función de las sensaciones apretar o no, pero como suele pasar, uno se emociona en la salida y aprieta como si no hubiera mañana, y sin darnos cuenta salimos a 4:30 min/km. Supimos rectificar a tiempo y conseguimos fijar un ritmo de 5min/km cómodo para todas.
El primer sector de carrera lo superamos sin problemas, y ahora tocaba el tramo de bicicleta donde el viento nos daba un poco de respeto. A mi personalmente me tenía intrigada el tema relevar. No estoy acostumbrada a dar relevos y sabía que era importante para conseguir mantener un buen ritmo.
El sector de la bicicleta salió muy bien, aunque los relevos los dimos como nos dio la real gana (habrá que practicar para la próxima vez). Para mi sorpresa este tramo nos salió con una media de 29,9km/h así que contentas no, lo siguiente.
Ya a punto de iniciar la última transición, Silvia tubo un pequeño amago de rampas que se solucionó rápido, así que nos calzamos las zapatillas y a por el último tramo. Mira si íbamos rápidas que Laura García se llevó el casco puesto jejeje. Fue muy divertido cuando nos dimos cuenta; Eso aportó unas risas en ese último tramo donde ya el cansancio empezada a notarse.
Los últimos 2.5km de carrera supimos controlarlos también a una media de 4:52min/km, ya no tan cómodo para todas pero soportable sabiendo que vas a correr poco menos de 15 minutos.
Finalmente conseguimos llegar de la mano a meta y super contentas por lo logrado se nos pasó el cansancio en un periquete. La sorpresa fue ver el resultado: un décimo puesto con 1:27:13h nos dejó, si cabe, un mejor sabor de boca; Tanto, que de camino ya iba pensando en el próximo Duatlón del año.