1- Limpieza:
Igual que en la rutina matinal, por la noche hay que lavarse la cara. Al final del día tenemos aún más razones para limpiarnos la polución, la grasa, los restos de las cremas que nos hemos dado por la mañana y los productos de maquillaje que nos hayamos puesto en la piel. Y aquí echaré mano de la técnica asiática de la doble limpieza (lo leí en el blog My Celebrity Skin, pero yo ya lo hacía sin tener ni idea de que esto era tan recomendable y que venía nada menos que ¡de Asia!). Consiste en lavarse la cara dos veces con un producto cada vez, cada uno con funciones diferentes, claro.
1.a) En primer lugar, usaremos un desmaquillante tipo leche limpiadora o agua micelar y lo aplicaremos con un disco de algodón (sobra decir que si nos hemos maquillado los ojos, utilizaremos un desmaquillante bifásico). Se trata de eliminar el maquillaje y las impurezas grasas. Yo para esto utilizo uno de mis últimos descubrimientos cosméticos: el agua micelar de Bioderma para pieles sensibles. Tiene unas partículas llamadas micelas que eliminan la suciedad y parte del maquillaje sin irritar la piel. Me encanta. La compré en Farmacia Morlan porque, mientras que en farmacias físicas o en el Corte Inglés puede costar 20€ o 21€, aquí cuesta 17.91€. Este tamaño tiene 500ml. Vamos, que dura un montón.
1.b) En segundo lugar, usaremos un gel jabonoso suave al agua para eliminar los restos del limpiador anterior y la suciedad en forma de polución que tengamos en nuestros poros. Comos os imaginaréis, para este cometido yo uso el mismo jabón de té blanco de Korres que utilizo por las mañanas.
2- Tonificar:
Si por la mañana me pongo el concentrado reductor de ojeras de Kiehl's con vitamina C, para la noche utilizo uno de la misma marca indicado para ayudar a la regeneración nocturna: el Midnight Recovery Eye. Se dice que ayuda al drenaje de las bolsas y entre sus ingredientes destacan el rusco (que interviene en la microcirculación de los vasos sanguíneos de la ojera), el escualeno (que hidrata) y los aceites esenciales de onagra y de lavanda (que iluminan y reparan).
4- Sérum:
Y, para terminar, qué mejor compañero de fatigas para el Midnight Recovery Eye que su "hermano mayor", el Midnight Recovery Concentrate, también de Kiehl's.
5- Anexo: Aparte de este sérum, no uso nada más. Hay quien se pone encima la hidratante de noche, pero a mí con el Midnight me vale. Eso sí, como os dije en el post de la rutina matinal, si tengo algún grano, me echo la cremita de Vichy antiimperfecciones y con todo esto... ¡a dormir embalsamada como Cleopatra! Sobra decir que a partir de este momento nadie debe osar tocarme la cara, ni siquiera con un beso de buenas noches, ¡tengo que despertarme con la cara como el culito de un bebé!