El caso, es que hace dos semanas, el número correspondiente hizo que pensará en abrir en este pequeño reducto una nueva sección, "Mi sorpresa semanal". Ya os podéis imaginar cual, esa entrega de los Premio Nobel que tanto ha dado que hablar en el mundo del más cruel cotilleo... y todo por ella. La mexicana que llegó al frió no sin antes hacer un alto en cercanas tierras del sur.
No voy a ser yo la que critique la estancia de Genoveva por tierras suecas y mucho menos su vestuario. Ya me gustaría verme a mi en la capital sueca enfundada con la colección entera de Miguel Marinero viendo como mi venerado suegro recibe tal distinción. Tampoco voy a intentar analizar en que se puede estar pensando para meter un par de sandalias en una maleta que se dirige a la gélida Suecia en pleno diciembre. Puedo entender que a las nietas del Nobel se les pixele los ojos, pero no acabo de comprender porque no se pixelaron los vestidos de raso barbiano que lucieron. No sé si porque de todo esto se habló tanto que ni siquiera me extrañó, pero lo que me dejo estupefacta fue esta imagen
¿Es la entrega de los Nobel el marco idóneo para autosacarte fotos con tu novio como si de un photomatón adolescente se tratara?. Y lo que es peor . ¿Si para ser la reina de los premios sin recibir distinción alguna te enfundaste en esa maravillosa capa de astracán blanco, es lógico que hayas cubierto tu BB, en un esperpento de funda de plástico morada cubierta de cristales de Svarowsky?. ¿Tenias miedo que haciendo el tonto en la ceremonia se te cayera al suelo y no lo encontraras?... Hasta aquí pensaba que ya nada me podía sorprender, pero equivocada estaba..... ¿Si eres la novísima del hijo de los Nobel, madre de los nietos de la venerada por mi Cayetana, ante semejante y trabajado currículum puedes permitir que tu pareja luzca colgada en su impoluto frac una funda de móvil como si del mismísimo Star Tack se tratara?
¿No te das cuenta que dentro de unos años cuando mi memoria empiece a fallar volveré a abrir este ejemplar y acabaré dudando si a Vargas Llosa le dieron el Nobel en el 2010 o a mediados de los noventa?. Genoveva, hija mía, que este baile no lo vuelves a danzar....
Hay que reconocer que este número del Hola, dio para mucho, desde niños de famosos vestidos de la "típica" galleta de jengibre, algo muy habitual en nuestras casas, hasta la inmaculada y milagrosa familia Dion, pasando por los ecos de sociedad que nunca dejan de asombrarme.... Pero sin duda lo que más me llamo la atención fueron las estancias privadas de la Abascal.
Naty querida, si tanto nos quieres a todos no estaría de más que nos invitarás a tomar un café en ese espectacular salón. Quizás así, pueda responderme a mi misma a la pregunta que llevo haciendome durante dos semanas. Dime por favor, en que caja, joyero o cajón descansa la Lulaila que diseñamos para ti, y que me consta que tu hijo Luis te entregó en mano. Dime solo que en alguno de los habitáculos que tan generosamente nos has abierto está guardada. Dímelo porque así ya puedo dormir tranquila.
NOTA: Es jueves y se que toca la sección de "En tu armario me colé". Me consta que esperáis como agua de mayo el cuestionario de Coco como bien habéis adivinado, pero esta sección volverá el próximo jueves pasadas las fiestas de navidad.