Mi vecino el fisgon, Milagro Gabriel Evans

Por Sara Moreno @Eldesvandelasmi

Mi vecino el fisgon, Milagro Gabriel Evans
Editorial: nED
Edicion: Junio 2014
Genero: Homoerotico - Contemporaneo
Paginas: 179
Precio: 3.04€
1º capitulo
Leandro, un bailarín desnudista, vividor y bastante caradura que se gana la vida, vendiendo sexo por dinero, hermoso como el pecado y mañoso como el que más.
Damián es el dueño de una librería, serio, perfeccionista, moralmente correcto, hetero por convicción, y sigue viviendo con su amada abuela Claudia.
Carmen y Claudia, dos adorables ancianitas que planean quitarle a Damián lo mojigato y de paso ponerle a Leandro algo de vergüenza, que buena falta le hace.
Y una ventana… y como se suele decirse: ¡Ay, si las ventanas hablaran!
De una mezcla de personajes como esta, nada bueno puede salir, o quién sabe, tal vez nos equivoquemos y el resultado sea una historia candente, digna de ser leída.

Leandro, un bailarín desnudista, vividor y bastante caradura que se gana la vida, vendiéndose por sexo, hermoso como el pecado y mañoso como el que más. Damián es el dueño de una librería, serio, perfeccionista, moralmente correcto, hetero por convicción, y sigue viviendo con su amada abuela Claudia.Carmen y Claudia, dos adorables ancianitas que planean quitarle a Damián lo mojigato y de paso ponerle a Leandro algo de vergüenza, que buena falta le hace.Y una ventana… y como se suele decirse: ¡Ay, si las ventanas hablaran!De una mezcla de personajes como esta, nada bueno puede salir, o quién sabe, tal vez  nos equivoquemos y el resultado sea una historia candente, digna de ser leídaLeandro, un bailarín desnudista, vividor y bastante caradura que se gana la vida, vendiéndose por sexo, hermoso como el pecado y mañoso como el que más. Damián es el dueño de una librería, serio, perfeccionista, moralmente correcto, hetero por convicción, y sigue viviendo con su amada abuela Claudia.Carmen y Claudia, dos adorables ancianitas que planean quitarle a Damián lo mojigato y de paso ponerle a Leandro algo de vergüenza, que buena falta le hace.Y una ventana… y como se suele decirse: ¡Ay, si las ventanas hablaran!De una mezcla de personajes como esta, nada bueno puede salir, o quién sabe, tal vez  nos equivoquemos y el resultado sea una historia candente, digna de ser leída
Leandro, un bailarín desnudista, vividor y bastante caradura que se gana la vida, vendiéndose por sexo, hermoso como el pecado y mañoso como el que más. Damián es el dueño de una librería, serio, perfeccionista, moralmente correcto, hetero por convicción, y sigue viviendo con su amada abuela Claudia.Carmen y Claudia, dos adorables ancianitas que planean quitarle a Damián lo mojigato y de paso ponerle a Leandro algo de vergüenza, que buena falta le hace.Y una ventana… y como se suele decirse: ¡Ay, si las ventanas hablaran!De una mezcla de personajes como esta, nada bueno puede salir, o quién sabe, tal vez  nos equivoquemos y el resultado sea una historia candente, digna de ser leídaLeandro, un bailarín desnudista, vividor y bastante caradura que se gana la vida, vendiéndose por sexo, hermoso como el pecado y mañoso como el que más. Damián es el dueño de una librería, serio, perfeccionista, moralmente correcto, hetero por convicción, y sigue viviendo con su amada abuela Claudia.Carmen y Claudia, dos adorables ancianitas que planean quitarle a Damián lo mojigato y de paso ponerle a Leandro algo de vergüenza, que buena falta le hace.Y una ventana… y como se suele decirse: ¡Ay, si las ventanas hablaran!De una mezcla de personajes como esta, nada bueno puede salir, o quién sabe, tal vez  nos equivoquemos y el resultado sea una historia candente, digna de ser leídaOpinión
Aquí estoy con otra novela homoerotica con la que he disfrutado como una enana. La verdad es que siempre disfruto mucho leyéndolas, por muy sencilla que sea la historia. No se, son historias que me ponen una sonrisa en la cara, me ilusiona ver como dos hombre comparten el amor.
Esta historia tiene mucha chispa, pero más que chispa, lo que tiene es alta tensión, pues Leandro no hace más que subir la temperatura en cada escena que pone en movimiento su plan de acción contra Damián.
Leandro es un joven que ha tenido que buscarse la vida desde bien temprano y ha buscado el camino fácil, como él dice, prostituirse es una buena forma de ganar mucho dinero y disfrutar en el proceso. Pues a Leandro le gusta lo que hace, sentirse deseado, que la gente quiera acostarse con él.Pero un problema con un cliente lo apartan de esa vida y lo lleva ha reencontrarse con su abuela y acabar viviendo en su casa y con un encargo de lo mas raro; seducir a su vecino.Leandro es un joven que se siente muy comodo con su cuerpo y su sexualidad. Le encanta ser descarado y lo que ello provoca.
Damian en cambio es todo lo contrario. Él es serio, responsable y con un control sobre él mismo impecable. Vive con su abuela y no le llama para nada tener ninguna relación. No sabe que es gay, por lo que cuando conoce a Leandro y empieza a excitarse con él, a sentir cosas, se cierra en banda y se resiste con uñas y dientes.Damián me encanta por su gran personalidad y por lo que lucha por lo que siente, pero en el momento en que se deja llevar y saca de dentro toda la pasión que estaba reteniendo, es explosivo, maravilloso.
Los encuentros entre ellos y alguna que otra escena creada por Leandro, están llenos de cosas picantes, pues Leandro pone toda la carne en el asador hasta que Damian explota.Su relación, que empieza no con muy buen pie, se irá convirtiendo poco a poco en algo más. Damián no puede ignorar siempre lo que se ha despertado en él desde el momento que vio a Leandro desde la ventana.
Una novela divertida, picante y tierna, pero por encima de todo, una novela de amor, de saber abrirse a otra persona y darlo todo, de compartir, de no esconderse.Escrita de forma sencilla y divertida, la forma fluida de la narrativa hacen que la historia pase en un suspiro, incluso te quedas con ganas de conocer más de ellos, de saber como continúan los dos juntos.
Sara.