Hoy os traigo la primera de tres entregas de lo que fue mi viaje a Roma. Debo decir que tenía muchas ganas de escribir este post ya que fue un viaje en el que disfruté muchísimo, a parte de ser el primero que hacía por mi cuenta, con dos amigas.
Durante la explicación del viaje os iré añadiendo los links de las páginas que fuimos visitando para informarnos, así como los enlaces a Tripadvisor del hotel y los restaurantes que visitamos.
Ahora sí...
¡Empecemos!
Después de habernos pasado días y días preparando el viaje, consultando Tripadvisor y varios blogs de viajes, llegó el 15 de enero y, por fin, el tan esperado viaje a Roma.
A las 3:30 de la mañana me levantaba para ir en dirección al aeropuerto de El Prat, Barcelona. A las 7:15 salía nuestro vuelo y teníamos que pasar a buscar a una de mis amigas, facturar una maleta... Y mis padres querían ir con tiempo.
A las 6:30, con la maleta ya facturada, pasamos el control de seguridad y pusimos rumbo a la puerta correspondiente, pero no fue hasta las 9 que llegamos al aeropuerto de Fiumicino, a unos km de la capital italiana.
Fuimos a buscar el bus que nos llevaría justo al lado de nuestro hotel, a la estación de Termini. De todas las opciones posibles, escogimos la compañía Terravision, por 4€ teníamos el trayecto desde el aeropuerto a Roma, que duró unos 30-40 minutos (eso sí, ¡mejor reservar online! Allí puede resultar un pelín más cara).
Llegamos al hotel (Hotel Ciao) pronto, por lo que aprovechamos para ir a comer algo en la misma estación de Termini porque estábamos muertas de hambre. Amablemente nos guardaron las maletas y siempre se dirigieron a nosotras en español, lo que era de agradecer pues no teníamos ni idea de italiano.
Después de comer y de instalarnos en la habitación, empezamos la ronda de visitas. Sacamos una tarjeta de metro de las que tienes viajes ilimitados durante 72 horas por 18€ y pusimos rumbo al Coliseo.
La primera palabra que me viene a la cabeza al recordarlo es impactante. Salir del metro y encontrarte con dicha obra de arte te deja sin palabras, pero su interior no es para menos.
Como ya teníamos las entradas reservadas (¡cosa muy recomendable, reservar entradas, se evita mucha cola!), pasamos directamente a ver el interior del monumento. Sonará a tópico, pero es impresionante como se ha conservado después de más de dos mil años.
Después de visitar el Coliseo el plan era visitar los foros y el palatino, pero nos equivocamos de dirección y terminamos subiendo hasta una calle con una iglesia pero sin salida. Después de esta pequeña e imprevista excursión, decidimos dejar los foros para el domingo por la mañana y nos dirigimos al metro, esta vez para ir hasta la Piazza di Spagna.
Una vez allí la recorrimos toda en busca de una heladería con helados sin gluten (una de mis amigas es celíaca) pero nos decepcionó no encontrar ninguna. Aprovechamos que teníamos tiempo para sentarnos junto la fuente de la misma plaza (en las escaleras no se podía porque estaban en restauración), ya que estábamos cansadísimas.
Como habíamos reservado plaza en uno de los free tours que se ofrecen en la ciudad (el nuestro era el New Rome Free Tour, 100% recomendable para todo aquel que entienda el inglés), nos esperamos hasta las 17:30 allí, junto el meeting point. Puntualmente, el guía, Gastone, nos hizo el check in y empezamos el tour junto a más personas. Visitamos iglesias, recorrimos calles, plazas, Gastone nos explicó secretos y curiosidades de la ciudad... Vamos, que me encantó. Fue un tour de dos horas y media que valió mucho la pena.
Cuando terminamos el tour, en la Fontana di Trevi (impresionante, de verdad), aprovechamos para tomar un típico helado (sin gluten!) en una heladería que estaba justo al lado de dónde estábamos. Era tarde, por lo que buscando y buscando restaurantes, terminamos en Grill&Wine, donde comimos un buen plato de pasta (muy, muy buena) por 9€. ¡Ah! También tienen cocina sin gluten, pero con un suplemento de 3€.
Al terminar de cenar volvimos a la Fontana, pues nos quedamos enamoradas de ella y nos fuimos al hotel, estábamos muertas y aún nos quedaban dos días por delante.
¡Pronto la segunda parte!
¿Qué os ha parecido? ¿Habéis estado en Roma? Si es así, ¿qué habéis visitado?