Michael Ende (Garmisch, 1929-Filderstadt, 1995), uno de los autores de literatura juvenil en lengua alemana con mayor proyección internacional ha sido ampliamente publicado y estudiado en España.
Michael Ende se abrió paso en España con La escuela de magia y otros cuentos (1985, Fundación Santa María-Ediciones), El espejo en el espejo (1985, Alfaguara), en catalán L'endrapasomnis (1986, Juventud). Sin embargo fueron Jim Botón y Lucas el maquinista, su primera novela (en alemán, 1960), Momo (1983) y La historia interminable (1984) las obras que más renombre internacional dieron al autor, a lo que contribuyeron también las películas que se rodaron sobre las tres y los múltiples premios recibidos.
Sus libros se tradujeron a más de cuarenta lenguas y el número de ejemplares vendidos roza hasta la actualidad los treinta millones en su conjunto y se siguen editando ininterrumpidamente. No cabe duda de que Ende se ha sabido ganar el entusiasmo de un público de jóvenes lectores y que seguirá entusiasmando a las generaciones venideras, dado el registro universal en el que sabe verter sus historias, todas ellas en clave fantástica y metafórica.
vio la luz en España de la mano de Salvat Editores en 1987. Como es habitual en todas sus obras, la novela crea un mundo en el que los niños y/o jóvenes son los principales protagonistas. El autor se asegura así desde el principio la empatía del lector al que se dirige. Sin embargo sus textos plasman espacios en los que los niños son los actores; es decir, ellos impulsan la acción, tienen capacidad de decisión y disfrutan de una libertad de movimientos, una situación esta que dista mucho de corresponderse con la vida real de la infancia en nuestras sociedades. Ello le valió en Alemania a Ende la acusación de cultivar el escapismo y de no preparar a los pequeños para la vida real, recriminación que provocó en su país un intenso debate y motivó el traslado del autor a Italia, donde concibió Momo.
Pero es más que probable que precisamente este mundo de libertad y de trato como sujeto pensante, susceptible de toma de decisiones y de partido sea para el público infantil uno de los mayores atractivos que le ofrece Michael Ende. A ello hay que añadir que la objeción que se hizo a su literatura de ser incapaz de preparar a su público para la vida real no es ni mucho menos cierta, si se considera que sus libros están claramente concebidos con fines didácticos para fomentar valores. Y, como consecuencia, son educativos y, como cualquier lectura o enseñanza que cala en el discente, pueden contribuir a cambiar un estado de cosas no deseable y que Ende presenta como no deseable.
Momo es una niña de unos diez años que vive sola sin control alguno de adultos -tiene ciertas características de lo que hoy denominaríamos niño de la calle -. Habita en un anfiteatro derruido (un lugar que remite a la historia antigua acumuladora de sabiduría y a un escenario universal). Su vida social es intensa. Tiene muchos amigos, atrae a todo tipo de gente y de toda edad (adultos y otros niños: no es ella la única que vive en estas condiciones, sabremos que hay una población considerable de niños en la ciudad que no tienen techo, pero también acuden a reunirse con ella otros que sí lo tienen).
La cualidad más atractiva de Momo es saber escuchar, y sus amigos tienen todos en común su sencillez, su innegable inocencia, la ayuda que se proporcionan y el respeto, la admiración y el cariño que sienten unos por otros. La armonía de este ideal e idealizado microcosmos se rompe con la llegada de una multitud de llamados ladrones de tiempo u hombres grises (por su atuendo y su comportamiento identificados con ejecutivos y empresarios de nuestras sociedades occidentales y claras contrafiguras del grupo de amigos de Momo) que interfiere en la apacible vida, que ahora se verá anulada y obligada a recuperar el perdido equilibrio.
A partir de aquí la novela adquiere tintes filosóficos sobre el tiempo y la percepción que tenemos de él e impulsa una constructiva reflexión sobre el uso que hacemos de tan preciado tesoro. La figura de Momo irá acompañada ahora de la tortuga Casiopea, que será su guía a la casa del maestro Hora, donde la relación entre este y la niña potenciará metáforas más intensas aún.
La historia somete a consideración valores tan importantes como el de la amistad, la solidaridad y el amor y la incidencia que puede tener el tiempo en estos valores en función de cómo lo empleemos. La novela contiene así una honda crítica a toda sociedad que se construya sobre la base del provecho puramente material y supone para todo buen entendedor una advertencia.
Momo se ha seguido publicando con regularidad y ha visto de nuevo la luz en 2019 en euskera bajo el sello Zubia Editoriala.
Michael Ende
Traducción de Susana Constante
Ed. Alfaguara, 1995, 256 págs.