Como bien nos comentaba Eva en su email, llegó la vuelta al cole, y no todo tiene que ser malo, o divertido para los que no tenemos niños, sino que volver a ver a viejos camaradas, buenos amigos y a caras nuevas que se enganchan a los miércoles de Vinos, siempre es un aliciente ; ademas en esta ocasión he de decir que no conocía con anterioridad la bodega y sus vinos, y tenía ganas de volver a explorar una parte de La Rioja casi desconocida, mas allá de pasar por ella camino a Aragón ; mi compañero de blog conoce mejor la zona al haber trabajado en Calahorra.
Esta noche nuevas bodegas invitadas eran Finca Egomei , con sede en Alfaro, D.O.C. Rioja, y Camilo Castilla, perteneciente a D.O. Navarra y sita en Corella; la noche se abrió con un rosado navarro llamado Pink 2010, un vino vestido con un flamante traje negro y una moderna etiqueta, elaborado con 100% garnacha vendimiada dentro de sus 60 hectareas de viñedo propio, vivo color fresa, muy intenso al principio en aromas frutales, aunque pierde rápido esa intensidad, un vino con un gran equilibrio sobre el alcohol, que apenas se nota, con cuerpo y buen paso, siendo quizás en la persistencia su punto débil; tras abrir boca con el rosado, nos apareció el Egomei 2008, un vino nacido de la fusión de uva tempranillo 85% y graciano 15%, con una crianza en madera de roble francés de 14 meses; rojo picota muy cubierto, con la apariencia de un vigoroso joven, aromas a la madera intensos, tabaco, monte, algo especiado, dando paso a una muy buena fruta roja madura tras una buena aireación (muy recomendable en este vino), confitado ; en boca es cremoso, denso y potente, muy agradable, un Rioja de nuevo cuño que me gusto mucho, aunque necesita aireación para encontrar su esplendor.
Egomei Alma 2006 es un vino elaborado con 75% tempranillo y 25% graciano, con una crianza de 18 meses en barrica francesa, también de capa alta muy cubierto, pero bastante diferente al anterior, supongo que por el efecto añada, ya que las crianzas no son muy distintas, aromas de madera dulce mas sutiles, con mas presencia de fruta negra madura, regaliz, tremendamente frutal y vigoroso, muy agradable en boca, elegante y fino, de esos vinos que una copa te parece muy poco; no sabría decir cual de los dos me gusto más, pero ambos merecen la pena; la noche acabó con un Montecristo 2010, elaborado con moscatel de grano menudo, de vivo color dorado y recuerdos a fruta blanca y flores muy intensos, un broche delicioso para una noche muy interesante. Gratamente sorprendido.
He de hacer una especial mención a algo que quizás no tenga mucha importancia, pero que me ha llamado mucho la atención, y por pudor no me atreví a preguntar ; me encanta la etiqueta de estos vinos, ese angelito al que no se le ve la cara, sobre un fondo tenebroso ; puede que sea solo un artificio estético, o que mi mente perversa busque un significado mayor, pero la verdad me ha fascinado esa imagen.
R.
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