Migrantes, refugiados y extranjeros

Por Lasnuevemusas @semanario9musas

HABITANTES DE LA CASA COMÚN

Esta obra nos empuja a "sumergirnos en un mundo simbólico" desde el cual nos preguntamos: ¿Quién somos?, ¿de dónde venimos?, ¿a dónde vamos?, cuyas respuestas, halladas en los textos sagrados clásicos, fortalecerán nuestra cotidianidad y la relación con nosotros mismos, con Dios, con el prójimo y con la naturaleza, dentro siempre del tiempo y con un sentido de igualdad entre humanos.

"extranjero", de los de adentro con los de fuera, los de adentro confiables y los de fuera inciertos y amenazantes; como cuestión para incluir o excluir, una posición esquizo-paranoide de ansiedades persecutorias, porque al extranjero se le percibe a priori, como peligroso.

¡Es casi imposible mirar sin prejuicios al foráneo! Él es, además el que puede descomponer las cosas locales porque no las conoce, es ignorante.

¡Por eso hay que levantar muros para proteger a los de adentro!, para que no entre lo negativo, a donde está lo positivo; para evitar que se junten los malos con los buenos.

Lo más paradójico de este constructo binario y maniqueo es que todos somos extranjeros, migrantes, transeúntes. ¡La migración es parte del movimiento de la vida! Si la vida no migra, no hay sobrevivencia.

Pr. José Alejandro Solalinde Guerra

Nuestra memoria puede sufrir dos patologías: la del olvido y la de la traumática imposibilidad de olvidar. Olvido con respecto a la realidad de la emigración forzada suiza sin posibilidad de regreso de los ciudadanos suizos en el siglo XIX; olvido más lejano como el de la "invasión de los bárbaros" mejor denominada por el idioma alemán como "Völkerwanderung"; olvido de la violencia terrorista de las Brigadas Rojas, de los autonomistas vascos; de la IRA, etc. olvido de guerras muy "cristianas" y de otros genocidios. El trauma de los atentados tan cerca de nosotros nos oculta el hecho de que los islamistas asesinan en primer lugar y en número a sus propios hermanos. Hno. Marcel Durrer Karl Marx en Los manuscritos de 1844 demuestra la enajenación económica de la cual es víctima el obrero por parte de su patrón. No hay que olvidar que, para Marx, el trabajo es un elemento esencial para la constitución y realización plena del ser humano. El hombre mediante su trabajo proyecta lo mejor de él mismo -su vida misma- en los objetos o productos que va elaborando. Sin embargo, después de haber trabajado 8 horas, o incluso más, en la producción de mercancías, al trabajador se le quita el fruto de su trabajo -el capital- que es acumulado por su patrón, pagándole al obrero salarios de hambre que le permiten únicamente sobrevivir para seguir trabajando. Francisco Xavier Sánchez Hernández No hay problema de los migrantes, hay un problema de homogeneidad. Este problema existe en todos los niveles de la sociedad, incluidas nuestras oficinas de psicoanalistas. En nuestro trabajo diario, contribuimos a la homogeneización capitalista al no criticar el inconsciente freudiano y lacaniano. Somos los instrumentos inconscientes de la homogeneización capitalista. Por el contrario, debemos defender la diversidad antropológica y permitir que aparezca explícitamente en nuestras oficinas y en nuestros sofás. Debemos criticar el inconsciente freudiano que evacuó el inconsciente fisiológico de la sensación y criticó el inconsciente lacaniano que evacuó el inconsciente antropológico de la religión y la diversidad cultural. Karim Jbeili Partimos de que la movilidad humana no es solamente movilidad física sino también simbólica, se migra con ideas, costumbres y religiosidad que se porta en la existencia misma. En este sentido, la religiosidad popular llega a ser un referente imprescindible de identidad para los migrantes en los nuevos contextos sociales donde se insertan. Así, las expresiones religiosas populares, más allá de su raíz religiosa, se yerguen como referentes de identidad y puntos de referencia de lo conocido y propio frente a la adversidad y hostilidad de un contexto social discriminatorio. Ramiro Alfonso Gómez Arzapalo Dorantes El tráfico migratorio se vive como un viaje espiritual donde se va pasando del no ser al ser, de una situación de muerte a una situación de vida. El punto de partida que moviliza dicho cambio es una insatisfacción vital. Una insatisfacción ante unas condiciones de vida que no se desean (pobreza (54%), violencia e inseguridad (21%), malos tratos, falta de libertad, etc.). Insatisfacción que activa el deseo de una vida mejor, de un mayor bienestar. Pero es una búsqueda de algo que no se identifica con claridad, un camino a tientas que luego se presenta lleno de dificultades asumiendo el riesgo. En todas las tradiciones religiosas encontramos idea de viaje o peregrinación. El viaje transcurre en un espacio, pero lo que importa es el tiempo. Maria-Núria Ribera Basta con mirar las noticias que nos llegan tanto nacionales como internacionales para verificar que nuestro mundo se ha convertido en un continuo peregrinar, no ya como el pueblo judío en búsqueda de la tierra prometidas, sino como una huida del dolor, la agresión y la muerte que los acecha en la propia tierra. Marina Gómez Prieto El ser humano es migrante desde sus orígenes. Pero más aún, la necesidad de migrar no es un fenómeno privativo del ser humano, infinidad de semillas y animales emprenden camino de las maneras más variadas para garantizar su sobrevivencia. La vida migra porque quiere vivir y en ese movimiento garantiza su permanencia, porque lo fundamental no es permanecer en el espacio, sino permanecer en la vida. Katya Colmenares Lizárraga La construcción de los muros no solo es una realidad histórica trágica y concreta, que en un proceso de cursos y apelaciones tiende a repetirse (el muro de Berlín, el muro de Gaza y ahora, en la más triste actualidad, entre Estados Unidos y México). Mucho más profundamente, el muro se convierte en un símbolo poderoso y emblemático de este mecanismo psicológico drásticamente separativo que es la escisión. Es así que una frontera de conexión, un área de intercambio vital y relacional y una membrana permeable, se transforma fuera de metáfora en una pared impenetrable que divide claramente, separa irremediablemente y hace que cualquier forma de integración armoniosa sea virtualmente inaccesible Salvatore Zipparri REDODEM 2016). Rosario Alfaro Paradójicamente, el migrante que sale en busca del sueño del mundo materialista que cree le dará la felicidad, no sabe que, en la forma inhumana a la que ha llegado el materialismo, (de mater) y que actualmente sirve a la madre negativa, lo que encontrará al final del camino es su aspecto más obscuro: puede ponerse en peligro de muerte al sentir que su vida no tiene sentido. Los migrantes son inconscientes de ser víctimas que cargan aspectos de la sombra colectiva del mundo de hoy. Patricia Ortega Henderson Sobre el autor

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