Sus trabajos especialmente relevantes en el Puerto Rico que lo vio nacer, han sido objeto de exposiciones en multitud de galería y exposiciones (cerca de un centenar) a nivel mundial y sobre todo en EEUU donde sus obras han sido exhibidas en Nueva York, Miami, Chicago,... además de ser contempladas en capitales europeas de la cultura como: París o Madrid.
En cuanto a su temática, trata en la mayoría de las composiciones situaciones o elementos referentes a la vida cotidiana, de tal manera que obviando un discurso político determinado plasma el sentir, condiciones y esperanzas de la gente que lo rodea. En consecuencia sus trabajos hacen referencia al ambiente campesino, la realidad social o la dinámica del trabajo (rural y urbano), con una clara tendencia a la reproducción de paisajes y escenas campestres de su tierra de la que estuvo completamente enamorado: "El artista es un verdadero patriota que lucha por su patria". Con un estilo caracterizado por el uso exquisito y prodigioso del color, los estudiosos de su obra coinciden al encuadrarlo dentro de la corriente impresionista, no obstante, su latente contribución para reflejar la sociedad y condiciones puertorriqueñas lo delatan como uno de los claros exponentes del realismo sudamericano del siglo XX.
Las lavanderas (1896).
Camino al mercado (1902).
Los coches de Ponce (1926).
Paisaje costero (1926).
Mi hijo Jaime (1927).
La promesa (1928).
Una raza de soñadores (1938).
El hamaquero o el vendedor de hamacas (1938).