Lejos parece ya quedar aquel año 1992, en el que fue encontrado, en los Yacimientos de Atapuerca , el famoso craneo Numero 5 , apodado Miguelón en homenaje al campeón navarro Miguel Indurain , que estaba en pleno ciclo ganador de Tours de Francia ; en muchos aspectos, aquel descubrimiento colocó en el foco de todo el mundo la ciudad de Burgos, y la cercana Sierra de Atapuerca . Las características del mismo sobrecogen, ya que tiene una antigüedad de 400.000 años, es un cráneo prácticamente completo de un Homo heidelbergensis , y perteneciente a un individuo de unos 35 años . Su hallazgo impulsó la creación del Museo de la Evolución Humana y del Centro Nacional de Interpretación de la Evolución Humana, que suponen la entrada de mi ciudad en el Siglo XXI . Razones para visitarlo nunca faltan, sobre todo porque difícilmente podemos avanzar si no sabemos de donde venimos ; la ciudad nunca podrá devolver al bueno de Miguelon la fama que sus huesos nos han regalado , pero si podemos seguir el homenaje que esta bodega del Arlanza ha realizado, al acuñar con su nombre este nuevo vino.
Parece que Miguelon tuvo un final bastante sufrido, severos golpes en la cabeza y una infección que acabó con el , pero como siempre nos gusta comentar, alcanzó algo cercano a la inmortalidad . Os aconsejo visitarlo, plantarse delante de las cuencas de sus ojos, y mirarnos a nosotros mismos.
Craneo Numero 5 y reconstrucción .
Fuente El País