En Canarias existen los suspiros, que son un producto repostero que estaba muy unido al quehacer de las amas de casa de algunos pueblos de la Isla, pero en la actualidad, este dulce se compra hecho en algunas de las pastelería de las Isla, donde se continúan haciendo o también en supermercados. De entre los tipos de suspiros, los más conocidos y nombrados son los de Moya, pueblo con mucha tradición en la elaboración de este dulce.
Digo este comentario de los suspiros, porque he cogido la misma receta para hacer estos mimos, con mi aporte de color, para dar mi toque personal.
Ingredientes:
-4 claras de huevo
-200 gr. de azúcar
-la ralladura de un limón
-3 gotas de colorante rojo
Preparación:
Precalentamos el horno a una temperatura baja entre 70º a 90º.
Batimos las claras con una batidora de varillas. Empezamos a una velocidad baja para romper la clara y una vez empiece a espumar damos a la máxima velocidad, continuamos batiendo hasta conseguir el punto de nieve. (para ello volcamos el recipiente, si no cae nada del batido, habrá conseguido el punto de nieve). Le añadimos la ralladura de limón y luego el azúcar a cucharadas. Cuando tengamos todo compacto lo metemos en una manga pastelera y se le da forma. Esta vez lo hice con boquilla redonda.
Una vez hayamos hecho los montoncitos sobre una placa de horno, la llevaremos al horno a media altura alrededor de 75 a 80 minutos. Procurar no abrir el horno durante una hora. El merengue sonará hueco una vez cocido si lo tocamos con el dedo.
El próximo merengue será de gofio, seguiremos experimentando.