Publico un post atípico para contaros el sueño que tuve la pasada noche, porque es de esos sueños que recuerdas a la perfección al despertar cuando abandonas ese “mundo onírico” en el que estamos cada noche. Uno de esos sueños que te hace pensar y que no te deja indiferente.
La verdad es que no tiene desperdicio, además hasta tiene relación con la temática del blog, así que lo comparto aquí con vosotros. Nunca están de más estas reflexiones.
En el sueño, me encontraba en medio de una reunión o celebración en la que había mucha gente, y me dirigí a la mesa donde estaban mis padres, lo típico para saludar a sus amigos, a los familiares… Al llegar a la mesa, me chocó ver que había dos personas sentadas, que ya han fallecido, y que eran y son muy queridas en mi entorno. Ante la sorpresa, fui a saludarlos con mucha alegría, diciéndoles: me alegro mucho de veros, a lo cual uno de ellos contestó: bueno, no creo que puedas vernos.
Mi respuesta, instantánea, fue una genialidad, y fue algo así: bueno, a veces no siempre vemos con el cuerpo, si no con el alma.
Lo gracioso del asunto es que tras decir eso, desde el otro lado de la mesa uno de mis hermanos me preguntó: ¿y serán también miopes las almas? Jaja
La cosa de los sueños y del subconsciente, como lo mezcla todo. No deja de sorprenderme. Fue así, tal cual lo he escrito, en serio que no me he inventado nada de nada. Increíble
Y ahora, tras haber estado un rato dándole vueltas a la frase, no le falta nada de razón. A las personas, especialmente a los más allegados, se les recuerda por lo que hicieron, por quienes fueron, por como fueron, por lo que fueron… y por eso yo creo que nunca mueren del todo.