Este es el inicio, la presentación de los personajes. No sé si habrá sido escrito ya con la idea de tener tantas continuaciones, pero la idea de una protagonista en pleno bloqueo del escritor, con un matrimonio en crisis y la aparición de la tentación de su vida me atrapó. La situación desde afuera podía ser muy malinterpretada (desde adentro también, a veces), pero la autora manejó con mucha habilidad las situaciones y nos mostró personajes muy realistas. El título está muy bien puesto. Dan ganas de seguir leyendo, pero el final también podría quedar así, abierto y con una enseñanza de independencia a Valeria que me hubiera gustado mucho.
Aquí aparece Bruno, mi segundo personaje preferido luego de Lola. Y, como ya se hace largo el asunto, la situación de las amigas de Valeria cambia mucho. Cada una va encontrando un rumbo distinto, madurando a su manera. Todas, excepto Valeria, que pasa de tapar el dolor por su divorcio con una relación para tapar el dolor por el fin de esa relación con... tarán... ¡otra relación! Es como si la Valeria adolescente que se casó tan temprano necesitara de sus canitas al aire antes de poder asentar cabeza. Esa es la sensación que me da este libro. ¡Next!