Para ponernos en clima comencemos por la descripción de la época. Se trata de los años 30's bajo efecto de la gran depresión. Atrás quedaron la locura y los excesos de la década anterior de la que hablamos varias veces acá y acá. Y con los nuevos aires de austeridad y crisis, la moda no pudo mantenrese indemne. Con las primeras texturas sintéticas y la simplificación de las formas, la silueta se volvió más femenina recuperando el talle en la cintura, alargando la falda a una altura por debajo de las rodillas y levemente encima del tobillo. Lentamente se produjo la eliminación de accesorios superfluos y se optó por un estilismo menos exagerado: cejas más pobladas, cabellos más largos y ondulados suavemente y labios rojizos.
Para sus vestidos de noche, las mujeres empezaron a inspirarse en las divas de Hollywood de la época. Marlene Dietrich y Greta Garbo con sus espaldas en primer plano, enfundadas en telas de suave caída y cortes puros, eran la máxima aspiración femenina de entonces. Para la vida diaria, simples vestidos, sombreros de ala un tanto ancha y calzados con tacón cuadrado completaban el guardarropas.
El libro Mildred Pierce de James M. Cain narra la historia de una madre de dos niñas, que en plena depresión norteamericana se vuelve sostén de su familia. Desde sus comienzos como repostera hasta convertirse en una verdadera empresaria gastronómica, Mildred deberá sortear numerosos obstáculos, los peores con relación a sus hijas. El libro tuvo su versión en la pantalla grande protagonizada por la gran Joan Crawford, quien dota de su máxima expresividad a esta sufrida mujer...
Y la miniserie cuenta con el protagonismo estelar de la ya mencionada Kate Winslet. En esta propuesta de cinco capítulos de una hora de duración cada uno, los matices de la historia pueden ser mejor desarrollados, y el conflictivo -y central- vínculo entre Mildred y su hija mayor Veda, adquiere profundo dramatismo.
En la serie podemos ver la transformación gradual de la protagonista, el cambio se evidencia en prendas y accesorios que acompañan el progreso material no sólo de ella, sino de su país en medio de la recuperación.
La hija mayor es Veda, en la piel de la magnífica Eva Rachel Wood, quien expresa su soberbia, arrogancia y frialdad de espíritu en la elección de vestuario y estilismo, reforzados por una cabellera rojiza y labios igualmente encendidos. El lujo de prendas y accesorios denotan sus aspiraciones en cuanto al ascenso social y son clave para entender las consecuencias que conllevan para Mildred...
Como dije antes, la serie vale la pena de principio a fin, no sólo por todo lo que les cuento en relación con la ambientación, sino por la calidad y el cuidado con se cuenta la historia. Además, la banda de sonido es impecable y acompaña con el dramatismo necesario cada escena. No revelaré nada del argumento, pero les aseguro que la relación entre estas dos mujeres es exasperante...
Y si de moda se trata, como decimos siempre, las pasarelas suelen revisar el pasado para dotar a las nuevas propuestas y colecciones de aires de ayer. Acá veremos varias inspiraciones en dicha década. Como síntesis podemos decir que la femineidad es puesta en primer plano cuando de los años 30's se trata...
Bien, qué me cuentan de Mildred Pierce? ¿Conocían la película o la miniserie? Si desean ver esta última, pueden entrar acá. Aguardo sus comments, amig@s, como en cada post. Espero que éste les haya gustado... Nos leemos, buen miércoles. Besitos:>