Por muy consciente que seas de que tu casa está lleno de cosas innecesarias, no significa que vas a pasar a la acción. Tienes demasiado trabajo cómo para organizar tu casa. Con el poco tiempo que pasas en casa no quieres pasártelo revisando el armario. Tu pareja te miraría con cara de sospechas si empiezas deshacerte de lo tuyo (no vayas a deshacerte de él/ella cuando llegue su turno). La idea se queda en el aire, y tú con la sensación de qué algo tendrías que hacer.
Olvídate del tiempo, pasa a la acción
Hoy ya te puedo decir que el día en el que tengas más tiempo no llegará nunca. Si algo requiere tiempo, tendrás que tomarte este tiempo o aceptar que no lo harás. El cuento de que un día de repente encontrarás un par de horas libres es eso, un cuento. Y como tal no es una buena base para tus objetivos.
Así que tendrás que encontrar otra alternativa. Alguna actividad que requiere tan poco tiempo que no hace falta que reorganices tu planificación diaria. ¿Cómo puedes empezar a despejar el caos que te rodea sin esfuerzo ni tiempo?
Muy fácil: deshazte de una sola cosa. Y hazlo cada día.
¿Cómo puedes aliviar tu vida hoy?
Mira a tu alrededor y reconoce las cosas que te rodean. No las mires por encima como se suele hacer en el día a día. Date cuenta de lo que hay a tu alrededor.
¿Ves algo que no debería estar en el lugar dónde esta ahora?
¿Ves algo que no debería estar en tu casa?
Puede ser un medicamento que ya no necesitas, un libro que ya has leído, una revista que querías regalar, una botella de vino en la que queda solo medio vaso, un embalaje de algo que compraste hace tiempo, una prenda que no te gusta…
Escoge una única cosa y ponla al lado de tu puerta para bajarla la próxima vez que salgas por esta puerta. Has invertido 1 minutos y has aliviado tu vida por una cosa.
Mañana podrás escoger el próximo cacharro. Y pasado mañana otro. Y el día después otro.
Te prometo que en tres meses habrás transformado tu vivienda, a base de una cosa menos. A diario.
¿Te atreves?