Hoy nos desplazamos hasta Andalucía para mostraros la arquitectura de Antonio Jiménez Torrecillas, un profesional al margen de la publicidad mediática con una producción contundente, minimalista, conceptual y tremendamente vinculada a su ciudad natal, Granada.
Jiménez Torrecillas (1962) es un apasionado de su tierra y sus costumbres: 'Vivo en el mundo, pero cada noche duermo en Granada', asegura.
Trabaja como profesor de proyectos en La Escuela de Arquitectura de Granada, pero viaja frecuentemente por las universidades de todo el mundo en condición de docente invitado.
Desde su primera obra construida, el Centro José Guerrero (Granada, 1991-2000), este discreto arquitecto ya nos muestra su excepcional capacidad para mantener el leitmotiv de cada proyecto desde el principio hasta el final. Esta primera obra, premiada a la Mejor Intervención en el Patrimonio Histórico, revela la maestría del andaluz para rehabilitar del mejor modo un edificio antiguo situado en pleno centro urbano de una ciudad con tanta historia como es Granada. Esta obra manifiesta la aptitud de Jiménez Torrecillas para reconocer siempre el valor histórico de sus intervenciones e interpretar estos valores de manera respetuosa y contemporánea.
Prueba de ello es también su ejemplar actuación en la muralla nazarí del Alto Albaicín (Granada, 2002), galardonada con numerosos premios nacionales e internacionales. En este proyecto el granadino emplea sabiamente la piedra de forma natural y enriquece sus posibilidades con una serie de muros porosos que permiten el paso de la luz sin complicaciones. Como se puede apreciar en las imágenes, en este trabajo el autor recupera delicadamente el trazado y volumen de la muralla y realiza una reconstrucción que se aleja del mimetismo histórico con sutileza y humildad.
Con la restauración de la 'Torre del Homenaje de Huéscar' (Granada, 2008) el arquitecto también consigue aunar pasado y presente en una conjunción perfecta. Esta obra consistió en la recuperación de un antiguo torreón anteriormente usado como punto de observación militar. Para ello, Torrecillas instaló su intervención sobre los restos de la construcción con el objetivo de transformar la antigua construcción en un nuevo emplazamiento desde el que poder mirar las fabulosas vistas que ofrece el municipio granadino. De esta forma, el autor recupera la anterior función de la torre, pero le otorga unas nuevas condiciones que convierten al edificio en una pieza urbana pública e interesante para visitar.
Las creaciones de Jiménez Torrecillas también manifiestan su perdurabilidad y buen envejecimiento, ya que no se deforman con el transcurso de los años. De hecho, la discreción de sus intervenciones realizadas usualmente con materiales imperecederos hacen que en muchas ocasiones la naturaleza sea parte de las construcciones del arquitecto.
Pero la trayectoria del granadino va mucho más allá de rehabilitaciones e intervenciones en construcciones históricas. Jiménez Torrecillas es un profesional completo y versátil con proyectos tan variados como el original showroom para la firma de moda Dal Bat o la minimalista 'Casa Escudero' en Benidorm que os mostramos a continuación.
Una arquitectura de belleza escultural, tranquila y conceptual basada en el orden y claridad.