Si te preguntas a menudo por qué te quedas tan rápido sin energía y conforme pasan los años cada vez te sientes más cansado, te comparto una lista de las diez cosas que veo que más nos quitan energía (no van en ningún orden particular).
1. El desorden: El orden simplifica la vida. "Cada cosa en su lugar y un lugar para cada cosa". Cuando hay desorden debes salir a buscar lo que necesitas y pierdes tiempo e inviertes energía extra; esta es energía que podrías aprovechar en otra cosa más productiva que solo buscar. Tener que buscar no le agrega ningún valor a nuestra vida ni a lo que hacemos.
Adicionalmente, el orden y la limpieza hacen que los ambientes se sientan más tranquilos y acogedores, ayudando a que nuestros sentidos no se saturen (especialmente el de la vista).
2. El resentimiento: El resentimiento es emoción podrida que se va descomponiendo más y más en nuestra psique. Lo digo no solo en un sentido simbólico y psicológico sino también neurológico y corporal; envenenamos la sangre y varios tejidos cuando estamos resentidos. El cuerpo tiene que hacer un esfuerzo extra por recuperarse, eliminar esas toxinas y restaurar el equilibrio, lo que termina haciendo que tengamos que consumir más energía para que no se deteriore la salud.
3. Los chismes: El lenguaje crea la realidad. Los chismes son veneno emocional que viaja en forma de palabras. Armar, regar y escuchar chismes quita energía; hay gente a la que le gusta transportar esta clase de energía y otro tanto a la que le gusta recibirla ¿Para qué lo hacen? ¿Qué ganan hablando de la vida de otros o debatiendo suposiciones? Todo eso es desgastante.
4. La procrastinación: Esto equivale a dejar para mañana lo que tenemos que hacer hoy. Habemos quienes procrastinamos aquello que odiamos, en vez de hacerlo pronto para que nos quede tiempo de calidad para hacer aquello que en realidad nos gusta. La procrastinación encierra un fantasmita que a toda hora nos está diciendo: "tienes que hacer esto... o lo otro...", "no lo has terminado...", "¿Para cuándo lo piensas terminar...?". ¡Se puede volver desesperante procrastinar!
5. Decir sí cuando queríamos decir no: Podemos decir no sin miedo y sí sin culpa. Creemos que socialmente tenemos que quedar bien siempre y decir sí a todas las demandas que nos hacen otras personas.
6. Querer agradar: No somos "monedita de oro" para caerle bien a todo el mundo, ni tenemos la obligación de agradar (pero tampoco el compromiso de "desagradar"). Querer agradar quita mucha energía porque no solo tenemos que hacer lo que nos corresponde, sino que terminamos pensando en cómo le agradamos a todo el mundo, lo cual es imposible, además de impráctico. Al final terminamos decepcionados, más cansados y confundidos porque quien quiere dar gusto a todo el mundo termina no dándoselo a nadie.
7. Pre-ocuparnos: La "pre-ocupación" trae angustias, la "ocupación" las elimina. Cuando estamos pre-ocupados nos estresamos y ponemos nuestra energía en el problema y no en la solución, así que, cuando es el momento de actuar ya hemos perdido un porcentaje importante de potencia personal para generar cambios y hacernos cargo de la situación.
8. Tener o anhelar muchas cosas (más de lo necesario): Mientras más tenemos, más necesitamos. Las necesidades hay que resolverlas y eso nos quita energía. Desde tener porcelanas (hay que limpiarlas y velar porque no se quiebren...) hasta tener propiedades (hay que administrarlas, mantenerlas, pagarles seguros, etc.), todo lo que tenemos nos pide algo de atención en menor o mayor medida.
9. Estar con gente tóxica: ¿Has estado con gente que sientes que te roba la energía? ¿Gente que sientes como si te drenara o te descargara? Todavía no conozco una explicación científica consistente para esto, pero sé que ocurre. No sé si es su actitud, su mismo resentimiento, envidia o la emoción que sea que traigan, pero no traen nada constructivo en ellos... es mejor que se mantengan alejados.
10. La envidia: La envidia es la hermana gemela del resentimiento; caminan de la mano y se alimentan de la rabia que nos produce ver que otros tienen algo que nosotros anhelamos o que no admitimos que esas personas tengan. La envidia también nos roba energía porque nos desconcentra, nos pone a pensar tonterías, nos "bajonea" emocionalmente y nos aleja de hacer lo que tenemos que hacer por nosotros mismos
Hacer cosas que no nos llenan (o nos desagradan)Creer que tenemos que dar explicaciones por todoTener un nivel de endeudamiento alto (cuota mensual >35% de tus ingresos)Gastar más de lo que ganamosComer pesado (especialmente en la noche)
En resumen, el minimalismo energético puede lograrse si:
- Mantenemos una vida en orden, rodeados de limpieza y espacios despejados
- Somos capaces de aceptar las cosas como son, soltamos el pasado y somos capaces de perdonar
- Nos abstenemos de generar chismes, escucharlos y peor aún, propagarlos
- Hacemos lo que tenemos que hacer de inmediato...
- Decimos sí sin miedo y no sin culpa...
- Nos olvidamos de la necesidad de agradar a otros y nos dedicamos a ser genuinos
- Dejamos de pre-ocuparnos y nos ocupamos realmente... o discernimos si requiere atención
- Aprendemos a gozar lo que tenemos y a enfocarnos en conseguir lo que genuinamente buscamos
- Nos alejamos de gente que no nos aporta, que nos daña, nos maltrata o abusa de nosotros
- Celebramos con el corazón los triunfos ajenos como si fueran propios
🙂