Una mamá me trajo un albornoz beig liso, soso, sin gracia... y me pidió que le hiciera algo para que quedase único. Era un regalo de Reyes para su hija mayor.
Y yo le hice este "algo".
A mí me encantó el resultado, a la mamá también, y a ella no digamos... así que triplemente contenta. Os cuento.
Y aquí Julia muy contenta luciendo su albornoz el mismo día de Reyes.
Me alegra muchísimo haber colaborado un poquito con los Reyes Magos en este asunto.
Buen Jueves y feliz vuelta al cole y en mi caso, al trabajo.