Hay cientos y miles de definiciones disponibles alrededor sobre lo que es la vida y muy a menudo estos significados tienen o requieren de un “feliz” en su definición. Se nos incita a buscar un paraíso, un refugio una burbuja donde construir nuestra utopía, nuestro mundo ideal…
¿Pero que es lo que realmente sucede en la vida? Si estudiamos honestamente la historia dramática del ser humano, veremos que la vida real es una mezcla del bien y del mal, de tristeza y felicidad. El cómo ser feliz bajo todas estas circunstancias, es lo que haces fuera de tu vida y la actitud con la que te tomas la vida.
Todos creamos nuestra propia definición de vida, le damos un significado, pero definitivamente no podemos pedir prestado el significado que otros le dan y tampoco podemos obtenerlo de algún libro. Cada uno descubre la vida real a través de encuentros con la vida real. El cómo acabemos después de cada prueba que nos pone la vida misma, nos da como resultado nuestra vida real misma. Y la actitud mis estimados, puede marcar la diferencia en como encaramos la vida y los resultados que obtenemos.
La vida es una mezcla de los dos extremos, bondad, maldad. La vida real implica pasar por muchísimas pruebas que vienen a enseñarnos algo. Cuando se rechaza esta idea y se buscan otros significados de la vida, algo así como la clase de vida donde "tú vives feliz para siempre", es cuando los miedos comienzan a desarrollarse. Buscar cuentos de hadas en la vida y rechazar lo que realmente se tiene, negar la realidad, permite que el miedo entre, rechazando lo que es real.
Personas que viven en zonas de guerra, tiene una idea realista de la vida, donde uno está viviendo ahora y uno puede morir al momento siguiente. Entonces se puede ver claramente que la vida es temporal y es la verdad. Por lo tanto están dispuestos a morir en cualquier momento y aunque están los temores intactos, estos están disminuidos considerablemente, porque han encarado la realidad.
¿Qué puede significar esto? Que estas personas así como están dispuestos a morir en cualquier momento, también están dispuestos a vivir intensamente cada momento, sin crearse burbujas rosas o persiguiendo felicidad, sino simplemente darse la oportunidad de vivir con plenitud cada instante de su vida.
Las personas que rechazan la verdad, tienen miedo de mirar escenas de muerte o tragedia. Cuanto más lo rechazan, más miedo crece en su interior. Muchos libros dicen que debemos evitar ver la violencia, pero se mal entiende, porque efectivamente uno no debe ir tras la búsqueda de la violencia y mirarla en todo su espledor. Pero cuando sin buscarla ocurre frente a nosotros, uno no debe cerrar los ojos a ella para no mirarla y no hacer nada.
Por ejemplo la Madre Teresa no era una persona violenta, pero tampoco huyo de su realidad. Ella vio la injusticia y la violencia cotidiana, justo donde ella estaba. No sentía miedo por estas escenas cotidianas, en cambio sintió amor y preocupación en el medio de todo. Ella conoció y vivió una vida real.
Jesucristo también vivió una vida real, estuvo atrapado en medio del caos y la confusión, vivió en carne propia la violencia y a pesar de toda la violencia que recibió, jamás respondió con violencia, por eso fue vencedor, a pesar de todo lo que vivió, no flaqueo, no negó la realidad, vivió una vida real y no solo conquisto sus miedos, conquisto el temor de los demás.
Al rechazar la vida real, comienzan temores reales. Las personas temerosas y fóbicas niegan la realidad y construyen su propio mundo de fantasía.
La vida real es una mezcla de bondad y maldad, no solo debemos ver la maldad y no solo debemos ver la bondad, debemos aceptar que cosas pasan y muchas están fuera de nuestro alcance y debemos encararlo, aprender de cada situación buscando vivir plenamente a pesar de las circunstancia, dejándonos enseñar por la vida misma.
Encarar la realidad es aceptar que la vida viene con cosas buenas y malas, pero nuestra actitud y disposición frente a cada circunstancia nos va a permitir adquirir la fuerza necesaria para vivir la vida y aprender de ella, por las buenas o por las malas.
No prentendo que todo el mundo este de acuerdo conmigo, entiendo que este tema pudiera parecer un poco confuso, sin embargo todo se aclara cuando vives la experiecia y te toca lidear con ella y en la medida de lo posible actuar para que las cosas mejoren y mantener una actitud, quiza no idealista, pero si optimista.
Si me preguntas, como no tener miedo o vencer nuestros propios miedos, la respuesta será simple, solo tienes que mirar la vida real de frente y no esconderte en una fantasia, tal vez el temor no desaparecerá, pero si lo conquistarás.
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