El cuerpo humano es un engranaje maravilloso y como tal, puede darnos sorpresas. Un sistema tan perfecto también tiene pequeños desajustes que a veces se manifiestan en localizaciones inesperadas. El caso que nos ocupa es una paciente cuyo motivo de consulta era una pérdida visual súbita unilateral; tras la realización de las pruebas oculares pertinentes el diagnóstico era claro: trombosis de la vena central de la retina. Esta es una patología con la que nos enfrentamos con cierta frecuencia y cuyos factores de riesgo van desde enfermedades comunes como la diabetes, hasta raras enfermedades como síndromes de hiperviscosidad o la hiperhomocisteinemia… pero la peculiaridad de este caso es que la paciente tenía solo 27 años y esta era una situación poco habitual. Entre sus antecedentes destacaba una dismenorrea precoz con aumento de vello facial a la que no se le veía relación con la enfermedad que presentaba actualmente.
Mirando la retina…llegamos hasta el riñón (por el Dr. Álvaro De Casas - Oftalmólogo)
Por Cateterdoblejota @cateterdoblejEl cuerpo humano es un engranaje maravilloso y como tal, puede darnos sorpresas. Un sistema tan perfecto también tiene pequeños desajustes que a veces se manifiestan en localizaciones inesperadas. El caso que nos ocupa es una paciente cuyo motivo de consulta era una pérdida visual súbita unilateral; tras la realización de las pruebas oculares pertinentes el diagnóstico era claro: trombosis de la vena central de la retina. Esta es una patología con la que nos enfrentamos con cierta frecuencia y cuyos factores de riesgo van desde enfermedades comunes como la diabetes, hasta raras enfermedades como síndromes de hiperviscosidad o la hiperhomocisteinemia… pero la peculiaridad de este caso es que la paciente tenía solo 27 años y esta era una situación poco habitual. Entre sus antecedentes destacaba una dismenorrea precoz con aumento de vello facial a la que no se le veía relación con la enfermedad que presentaba actualmente.