Llevo un tiempo pensando que si todos miráramos el mundo a través de los ojos de un niño, todos seríamos más felices.Paso mucho tiempo con Ana, y me dedico a observarla día tras día, y me alucina ver lo fácil que es para ella ser feliz. Me doy cuenta que para ella cualquier cosa es motivo de alegría y con cualquier cosa se emociona y se divierte, entonces es cuando me pregunto ¿por qué los adultos no seremos capaces de hacer las cosas así?
Cosas tan sencillas como, amontonar los almohadones en un sillón para arreglar la funda del sofá, para mí es una tarea de casa, ella en cambio ve un tobogán, "que divertido mami, un tobogán". Cuando me lo dijo la primera vez no me di cuenta, pero cuando al día siguiente me lo volvió a repetir, me quedé pensando, si tiene toda la razón, por qué ver las cosas de manera tan complicada, si es todo mucho más sencillo.Tirar todos los juguetes por el salón, para Ana es la cosa más divertida del mundo, para mi en cambio es un agobio ver todos los juguetes por en medio, lo único que pienso es: "más faena para hacer, además de todo lo que tengo que hacer, también tendré que recoger"Luego cuando me siento en el sofá y saco un rato para pensar, me doy cuenta, de la manera tan absurda que tenemos muchas veces de ver el mundo los adultos. Nos agobiamos por cosas que muchas veces no son tan importantes, priorizamos de manera errónea y vemos problemas donde en realidad no los hay.
Deberíamos ser capaces de simplificar como lo hacen los niños, en "teoría", somos más inteligentes que los pequeños, pero sólo en teoría, ya que en infinidad de ocasiones nos complicamos la vida demasiado. Es cierto, que en el día a día van surgiendo problemas, que la vida mucha veces nos da bofetadas de las que nos cuesta reponernos. Pero sí, es cierto, que está en nuestras manos y sólo en nuestras manos, el ser capaces de poder afrontar los problemas y de ver la vida desde una óptica mucho más simple.Yo soy la primera que lo hace mal, me complico la vida con tonterías, en multitud de ocasiones no hago las cosas todo lo prácticas que las podría hacer y veo los problemas desde una óptica no del todo positiva.Si fuéramos capaces de emocionarnos con algo tan sencillo como una montaña de almohadones o imaginando que las hojas de los árboles en una fuente son barcos, seguramente seríamos más felices y nuestro mundo sería mucho más sencillo y simple.
Siento el descontrol de horarios en cuanto a publicaciones, pero estamos de vacaciones, y hay días que no he llegado a publicar. Desde este pequeño rincón que crece cada día, y desde el que me siento muy feliz, os deseo que paséis una feliz última noche de año y que empecéis el 2017, de la mejor forma que lo podáis empezar, que tengáis un año lleno de felicidad y buenos momentos. Un beso enorme y feliz año :-))Ana