Cada vez que veo las recetas en la página de Martha Stewart me dan ganas de pasarle la lengua al monitor.
¡Y a quien no!? Sus recetas son de esas que tienes que probar si o si con la esperanza de que al final luzcan tan bonitas como las de ella, además, si algo luce así de lindo pues no hay forma de que pueda saber mal ¿cierto?.
Lo que ocurre es que en realidad Martha no está sola, cuenta con un equipo enorme de personas que desarrollan recetas, hacen pruebas y tienen un fabuloso estudio con cocinas super modernas, infinidad de moldes hermosísimos, los más reconocidos fotógrafos, excelentes food stylish (estilistas de comida) y props stylish (estilistas de props que solo se dedican a escoger los mas bonitos platos, fondos, bandejas y perolitos que uno pueda imaginar). El Prop Room de Martha Stewart es como un gran almacén prácticamente infinito y a los que nos gusta este tipo de fotografía, visitar ese sitio debe ser como dejar a un niño en una fábrica de dulces.
Tan solo vean el Prop Room de Martha, es el lugar donde se guardan los objetos para las sesiones de fotos y programas de TV, creo que me podría dar algo si llego algún día a tener la fortuna de estar ahí:
Todo está catalogado y etiquetado, hasta cuenta con código de barra para controlar lo que hay y lo que se llevan prestado. A los encargados de esta sección les llaman Props Librarians ¿bonito verdad?.
Yo he logrado acumular una "buena" cantidad de platos, bandejas, tazas y otras cosas necesarias para mejorar mis fotos de comida. Algunos buenos amigos y conocidos hasta han tenido la gentileza de regalarme piezas como donación a la causa y así poco a poco ha ido creciendo mi colección (que no le da ni remotísimamente por los talones a la de esta señora).
Pero antes de pasar a lo siguiente vean otra de las fotos:
Son bellos, yo tambien colecciono cake stands, pero virtuales porque la verdad pienso que este gusto podría salirse de mi control en cualquier momento, y yo terminaría mas o menos así como esos acumuladores que salen en TV, que no tienen ni siquiera donde dormir y no logran conseguir el camino al baño.
Pero ya basta de hablar de los cacharros de Martha y vamos a lo que importa.
He conseguido en diferentes publicaciones, revistas y blogs muy reconocidos este bizcocho de queso crema de Martha Stewart que luce hermoso y perfecto siempre.
Lo he probado y si, es muy rico pero demasiado grasoso y dulce para mi gusto. Y no es que ande yo buscando una receta dietética (nunca he hecho una dieta en mi vida) pero me molesta terminar con las manos llenas de grasa, eso ya es demasiado. Tampoco termino de acostumbrarme a la cantidad de azúcar que se usa en casi todas las recetas de origen norteamericano. Es solo cuestión de gusto personal y bueno, tampoco deseo terminar diabetica claro.
Así que tomé la receta de Martha y la modifiqué con ingredientes locales para obtener este bizcocho esponjoso de miga suave y húmeda. ¿Has probado esos bizcochos que obligatoriamente te hacen tomar un trago de líquido con cada mordisco? bueno, este no es así. Lo puedes tomar con la mano sin ensuciarte, lo puedes compartir con tus mejores amigos o puedes tomarlo como yo: con un café a media tarde mientras ordeno mis papeles y hago listas interminables de cosas imposibles en mis libretas de apuntes.
He sustituido el queso crema por ricotta en crema, tambien disminuí la cantidad de mantequilla y aumenté la de ricotta y por último disminuí en una taza la cantidad de azúcar ¡una taza! y aun así no quedó para nada insípida. ¡Que barbaridad!
A los que odian la ricotta les comento que no se siente para nada su sabor, eso sí, se debe utilizar ricotta sin sal y que esté lo más fresca posible porque la ricotta pasada adquiere un sabor amargo muy desagradable. En este caso aporta cremosidad y humedad al bizcocho sin tanta grasa ni calorias como las del queso crema.
Tambien disminuí la cantidad de huevo, básicamente porque la ricotta que conseguí era tan aguada que más parecía yogurt líquido que queso (últimamente todo llega con más agua, el lavaplatos líquido, la margarina, la ricotta...todo rinde más con un poco de agua. Es el ingrediente ideal para abaratar costos en esta economía de guerra).
Pero si se trabaja con una ricotta normal, es buena idea pasarla por la licuadora para eliminar los grumos y que no aparezcan en el bizcocho final. Tambien añadí ralladura de limón y vainilla principalmente porque no me gusta conseguir sabor a huevo en el bizcocho.
Finalmente es importante preparar bien el molde, sobre todo si es como el mío que tiene muchas hendiduras, yo utilizo una brocha de cocina para "pintar" con calma y sin apuros con margarina todo el molde, luego se aplica una capa de harina y se sacude para retirar el exceso:
Así se ve el molde preparado con margarina y harina
Y aunque mi prop room haría que Martha se orinara de la risa en sus propios pantalones, al menos me queda el consuelo de que podré comer más bizcocho que ella sin poner en riesgo mi colesterol ni mis niveles de glucosa :P
el de Martha Stewart)
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Ingredientes:
- 1 taza de mantequilla a temperatura ambiente
- 1 y 1/2 tazas de ricotta en crema
- 2 tazas de azucar
- La ralladura de 1 limón
- 1 Cdita de esencia de vainilla
- 5 huevos a temperatura ambiente
- 3 tazas de harina todo uso
- 1 Cdita. de polvo de hornear
- 1/2 cdita. de bicarbonato de sodio
- 1/2 cdita de sal (yo usé mantequilla salada así que no se la puse)
Instrucciones:
- Pre-calentar el horno a 180˚C.
- Preparar el molde a utilizar cubriéndolo con margarina y harina.
- En una batidora de mesa, combinar la mantequilla y la ricotta, hasta que se integren y la mezcla se vea pálida y esponjosa.
- Añadir el azucar, una taza a la vez hasta combinar todo bien. Incorporar la ralladura de limón y la esencis de vainilla.
- Agregar los huevos uno a uno mezclando bien despues de cada adición (la mezcla se verá grumosa pero no importa).
- Crenir la harina con el polvo de hornear, el bicarbonato y sal (si aplica).
- Añadir a la mezcla de mantequilla y huevo poco a poco hasta combinar por completo.
- Vaciar la mezcla en un molde engrasado y al horno por 1 hora y 10 minutos o hasta que al insertar un palillo en el centro éste salga seco.
- Retirar del horno y dejar enfriar por 15 minutos antes de desmoldar.
Da para 16 porciones
¡Feliz fin de semana!
Fotos del prop room cortesía de The Martha Blog
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