Obra maestra absoluta del cine de entretenimiento, Con la muerte en los talones (1959) es, además de una actualización de Alfred Hitchcock de su anterior éxito británico, 39 escalones (1935), la película precursora de la saga cinematográfica de James Bond.
Distintas escenas del film resumen las cualidades de Hitchcock como director, su dominio de la técnica, su capacidad para generar suspense y emoción con un excelente uso del lenguaje visual y apenas unos pocos apuntes de diálogo y también su habitual recurso al humor más socarrón sin romper el tono y el ritmo de la trama principal.