"La tierra que pisamos". Jesús Carrasco. La literatura de Jesús Carrasco, tiene algo inquietante, nos traslada de nuevo, al igual que con su novela "Intemperie", a un mundo rural. Pero también de nuevo, nos descubre un ambiente sofocante, asfixiante, donde "se masca la tragedia". Carrasco nos describe un mundo inexistente, irreal, una ucronía desquiciante, donde describe, eso sí unos comportamientos que no son, para desgracia de la humanidad, irreales. Nos mantiene en una densa atmosfera, donde esperamos que de un momento a otro ocurra el desastre.
"El bar de las grandes esperanzas". J. R. Moehringer. Me ha encantado, he disfrutado del libro de principio a fin. En muchas ocasiones me he sorprendido riéndome de las situaciones descritas, como si yo mismo estuviera apoyado en la barra de madera maciza del Publicans y fuera testigo de excepción. Una gran historia hecha de historias, una gran novela, una obra de arte.
"La hora violeta". de Sergio del Molino. Lo leí ayer, de un tirón. Me lo zampé crudo, sin apenas descansos. Conociendo al autor, me daba hasta cierto reparo, cierto pudor, asomarme a ese "totum revolutum" de sentimientos, frustraciones, penas, risas, lágrimas. recuerdos... Me emocionó, me despertó muchas sensaciones, muchos sentimientos. Poco más queda decir, leerlo.