Sobre este tema se ha hablado largo y tendido, pero no sólo nosotros (personal sanitario). Los pacientes, usuarios o gente de la calle, también han sacado sus propias conclusiones, y por lo que yo he percibido, no me parecen buenas, porque la CREDIBILIDAD de las autoridades en salud, ha quedado en entredicho para muchas personas.
Claro, que la misma Margaret Chan, declare que nos hemos librado por los pelos, le toca la fibra a cualquiera, y Rafa Bravo lo explica muy bien. Solo que la población, es posible que visto lo visto, ante la próxima pandemia-panicodemia , decida que prefiere jugarsela y pasar de virus fantasmas y sus vacunas.
Por extensión, ¿quien más va a pagar el pato?. Pues todos aquellos agentes de salud que practiquen EpS (educacion para la salud), como por ejemplo los enfermeros, y que tendrán que lidiar con la desconfianza de los usuarios. Si ya de entrada nos solemos encontrar con actitudes poco favorables a la hora de adquirir determinados hábitos saludables, el hecho de respaldarnos en las recomendaciones de la OMS , de poco puede que nos sirva si esta desconfianza no desaparece.