(Misión imposible)
Secuencia 1. Interior / día. La protagonista, en una tienda, rodeada de vestidos con brillo y purpurina, busca vestido para ir como invitada a una boda. Sólo hay una condición imprescindible: que pueda usarlo en otras ocasiones. Funde a negro. Una década después, el vestido elegido sigue en el interior del armario, cubierto por la funda que llevaba cuando lo compraron. Película basada en hechos reales. Pero no en ESTOS hechos reales.
Este es el vestido. Color nude, corto, con muchos volantes, vaporoso y romanticón.
Reciclarlo parecía misión imposible. Empezamos rebajando el rollo lady. Cambio taconazo por botas con un rollo folk .
Dejó de ser romántico al abrigarlo con la sahariana militar. Y el experimento empezaba a funcionar.
Un collar rígido dorado, que brille al sol del atardecer madrileño.
Y fuera bolso de mano. No me complico la vida. Bolso marrón, tipo cartera del cole, marrón con detalles dorados. Et voilà.
Secuencia 26. Exterior/ día. La protagonista consigue la misión imposible. Saca el vestido del armario, desenvuelve el plástico que lo recubre. Consigue reciclarlo. Decide hacer las fotos en una zona campestre madrileña. Con una pendiente del 60%. Sin exagerar.