Somos conscientes que buena parte de nuestros lectores están aún en una época floreciente de su vida, la adolescencia, momento en el que son más frecuentes los problemas derivados del acné.
Desde www.blogdefarmacia.com trataremos de desmitificar varios tópicos que se oyen a diario sobre este trastorno cutáneo, así que si estás pasando por esa situación, presta especial atención a los siguientes mitos:
#Mito1. El chocolate empeora los granos: Falso. Mito popular donde los haya, pero ni el chocolate ni alimentos grasos en general propician la aparición del acné o empeoran su situación. La grasa que contienen estos alimentos no se dirige a las glándulas sebáceas, de esa forma, es imposible que favorezca la aparición de granos.
#Mito 2. Una piel muy bronceada elimina el acné: Falso. Como mucho, una piel ennegrecida ocultará los granos temporalmente, pero este remedio, además de potencialmente peligroso si se abusa del sol, es más falso que un billete de 30 euros.
#Mito 3. “Explotar” un grano lo elimina para siempre. Falso. Pese a que es algo que todos hemos hecho enfrente del espejo, esta dudosa solución sólo favorece una irritación e hinchazón de la piel que puede derivar en cicatrices cutáneas, y en ningún momento consigue que el grano o espinilla desaparezca del rostro.
#Mito 4. La actividad sexual y la masturbación provocan acné: Falso. Lo cierto es que las personas activas sexualmente producen una mayor cantidad de hormonas, pero hasta ahora no se ha podido demostrar que este hecho incida en la aparición del sebo cutáneo que forma el acné.
#Mito 5. Prohibido maquillarse si tenemos acné: Falso. Aunque es verdad que determinados productos cosméticos no favorecen para nada el estado de la piel, es absurdo afirmar que cualquier tipo de maquillaje provoca la presencia de granos o espinillas.
#Mito 6. Sólo se sufre en la adolescencia: Falso. El trastorno del acné suele desaparecer entorno a los 20 o 21 años, no obstante, no por ello debemos generalizar y localizar este problema cutáneo sólo en las edades juveniles, puesto que algunas personas lo sufren también en la edad adulta.