Con un toque étnico, esta mochila lleva un cordón precioso que hace de asas.
El monedero, al igual que todos, lleva una anilla para poderlo colgar del mosquetón interior que cada mochilla lleva.
En la siguiente mochila he combinado distintas telas vaqueras, como hago a menudo.
El forro con dientes de león es un estampado perfecto para su destinataria.
Y por último una mochila adornada con un tapa costuras en azul y blanco.
La tela vaquera con la que he hecho todas las mochilas permite ser usada en cualquier época del año y en multitud de situaciones. Ya me han llegado agradecimientos por las mochilas, pero es a mi hermana a quien le deben agradecer todo: su idea, su diseño, su búsqueda de materiales, sus pinceladas para los mensajes de los modeneros... Yo simplemente le he dado forma.
Otro día os enseño más de estas mochilas.
Muchas gracias por vuestra compañía.