Hace dos años fuí a Madrid con mi madre de compras, estuvimos paseando por el Barrio de Salamanca y su conocida Milla de Oro (nombre que recibe la calle Serrano por tener las tiendas más lujosas de toda la capital) y justo pasando por allí descubrimos un pequeño cartel con el nombre "MANOLO BLAHNIK" que te dirigía a un patio donde había una tienda diminuta. Allí, medio escondida estaba la tienda oficial de probablemente los zapatos más famosos del mundo occidental (gracias en, gran parte, a Carrie Bradshaw y sus amigas de "Sexo en Nueva York").
Tengo que reconocer que salí de la tienda apenada, ya que todo parecía indicar que jamás de los jamases podría tener un par de Manolos... Sin embargo, al rato empecé a ver las cosas de otra manera... me dí cuenta de que no había sido educada para calzar unos Manolos sino para ir por la vida pisando fuerte, que no necesitaba que el señor Manolo hiciera unos zapatos lo suficientemente grandes para mí, sino que lo que me pedía el cuerpo era dejar grandes huellas por allí donde pasara y que, francamente, no quería las vacias vidas de Carrie, Samantha y compañía para mí.
En todo caso, hace unos meses descubrí que sí que había Manolos de mi talla. En Nordstrom los venden por internet hasta la talla 42.... Sin embargo, no creo que ahorre para comprarmelos. Manolos, no os necesito!!