Las fronteras entre lo masculino y lo femenino se diluyen –a favor de lo segundo- en lo más hondo de la raíz Dsquared2. Los hermanos Caten suelen explorar los límites del fetichismo y de la sexualidad jugando a la androginia en versión reducida: los shorts son anchos pero cortos hasta más no poder, los blazers son amplios pero se llevan sin nada debajo... Ése es su código genético y una de las razones de su éxito.
Las fronteras entre lo masculino y lo femenino se diluyen –a favor de lo segundo- en lo más hondo de la raíz Dsquared2. Los hermanos Caten suelen explorar los límites del fetichismo y de la sexualidad jugando a la androginia en versión reducida: los shorts son anchos pero cortos hasta más no poder, los blazers son amplios pero se llevan sin nada debajo... Ése es su código genético y una de las razones de su éxito.