Dicen las modelos que su profesión no es tan bonita como la pintan y que exige muchos sacrificios, viajes, dietas, alejarse de la familia, etc.
Por si esto fuera poco, tampoco están libres de accidentes en pleno lugar de trabajo, la pasarela. Muchas de ellas desfilan con zapatos con tacones imposibles que a menudo son de un par de tallas más grandes de lo que le correspondería a su pie y caminan por superficies resbaladizas, así que no es de extrañar que tropiecen y se caigan al suelo. Afortunadamente a la modelo del vídeo, que desfilaba para Burberry, no le ocurrió nada grave y tuvo mucha suerte de no fracturarse un tobillo o algo peor.