Imagen de http://doblesaludnatural.blogspot.com/2010/06/alcoholismo.html
La referencia básica es la forma de beber, lo que pasa después de la primera copa. Esa primera copa EXIGE la siguiente y ahí ya no puede parar. Por eso se dice que “no sabe beber”, porque es como si cada vez tuviera más sed y nunca le bastara. Suele parar la ingesta mucho más allá que los demás, bebe más deprisa, con ansiedad, y finalmente acaba con la típica borrachera (allá donde esté, incluso en casa, aunque ya perfilaremos más ese punto). En estados más avanzados, suele estar embriagado todo el día, falta a sus responsabilidades, enferma de distintas formas: estrés, depresión, problemas de tensión arterial, de hígado, corazón, alto colesterol. Las bajas normalmente se dictaminan por “estrés crónico” o por “depresión”, pero pocas veces o ninguna por alcoholismo, salvo que la enfermedad esté en estado casi irreversible y deba ser ingresado por estar en situación de vida o muerte.Las peores señales que formarían un sistema importante de alarma serían:
- Olor constante a alcohol, en su piel, aliento, ropa…
- Ver a la persona esconderse y aparecer más bebido
- Ojos rojos, llorosos, taponamiento nasal, sudoración, elevación notoria de la temperatura corporal.
- Aspecto de hinchazón corporal generalizado. Bolsas bajo los ojos y vientre “de embarazada” (que supone que su retención de líquidos es ya grave).
- Cambios de humor cada vez más rápidos y exagerados: alegría extrema, llanto desconsolado, violencia…
- Destrucción paulatina de los patrones de sueño: o duerme con más frecuencia y más horas, o sufre de los distintos tipos de insomnio, con sueños no reparadores y fragmentados
- Bebe a horas no habituales (a primera hora de la mañana, sale del trabajo o se levanta de la cama para beber) y esconde la bebida o bien siempre tiene una gran reserva de alcohol. Compra alcohol en grandes cantidades.
- Niega que beba demasiado, “lo mismo que todo el mundo”.
- Niega su problema e insiste en que “puede dejarlo cuando quiera” (frase estadísticamente muy frecuente).
- Su piel va perdiendo frescura y brillo, su físico se deteriora: o bien engorda mucho o adelgaza mucho, pues también afecta al patrón de comidas. A veces, la persona gana peso sin apenas comer, cosa que al propio enfermo le sorprende (recordemos que las calorías del alcohol son muchísimas, y vacías: pueden engordar sin aportar nutrientes)
- Evitación del dulce (pasteles, azúcar, frutas, caramelos, chocolate…)
- Pérdida de pelo, debilidad dental, problemas progresivos de vista y oído. Dolores articulares y musculares.
- Impotencia y cambios en la libido (o aumenta mucho o disminuye drásticamente)
- Empieza a beber a solas. O busca personas que también beben mucho. Evita las situaciones en las que no se va a tomar alcohol.
- Lo último que bebe…es con alcohol, “para poder dormir”.
- Tiene toses matutinas que parecen grandes náuseas, no son toses típicas de catarro, sino mucho más sonoras y provenientes de la zona gástrica y no pulmonar.
- Ante la abstinencia, y tras la resaca, agitación y ansiedad extremas, mal humor, sudoración e incluso temblores.
- Cada vez, mayor incapacidad de pasar un tiempo sin beber…llegando a estar bebiendo todo el día sin apenas descansos.
- Orina frecuente pero a la vez notoria deshidratación.
- Pérdidas de empleo, huidas geográficas, retrasos cada vez mayores a la hora de regresar a casa. Peleas cada vez mayores, más frecuentes y cada vez por cosas más insignificantes.
- Derrumbe moral del enfermo. Su sistemas de valores es apenas existente. Sus conductas no son éticas. Miente, engaña, roba, parece odiar a los demás, esconde información, se convierte en una persona amargada, infiel, malhumorada, solitaria, no le gusta el contacto con los demás y deja de afrontar cualquier tipo de problema.
- En fase crítica, puede tener conductas promiscuas peligrosas, estar en ambientes nada recomendables, desaparecer por días, tener reacciones de violencia verbal y física, contra las personas, las cosas, criticando y quejándose de todo. Puede conducir descontroladamente, o de manera suicida, presentar conductas de riesgo muy variadas en las que ya no sólo pone en juego lo que posee, sino su propia vida.
- En muchos casos sin tratamiento, intentos de suicidio o deseos profundos de morir. Proliferación de accidentes (caseros, laborales, de tráfico, incluso andando por la calle, ya que su sistema nervioso deja de funcionar correctamente). Pueden llamar diciendo que van a suicidarse…y en estos casos es mejor tomarlo como algo posible, pues en muchas ocasiones es cierto.
FASES DE LA PROGRESION DE LA ENFERMEDAD.
- ALCOHOLISMO MASCULINO Y FEMENINO.
- ALCOHOLISMO JUVENIL.
- EL ALCOHÓLICO OCASIONAL, EL CÍCLICO Y EL SOCIAL.
- EL TRATAMIENTO: CÓMO, DÓNDE Y POR CUÁNTO TIEMPO. MEDICAMENTOS PARA LA RECUPERACIÓN.
AUTO-CUESTIONARIO DE ALCOHOLICOS ANÓNIMOS En Alcohólicos Anónimos se entrega un autocuestionario para adultos y otro para jóvenes, con diversas preguntas que hablan del perfil del bebedor-problema.
Colaboradora: Sara Arribas Aparicio Doctora en Psicología por la Universidad Autónoma e Madrid. Experta en Coaching Creadora del Método Fusión.