El todavía presidente de Ferrari, Luca Cordero di Montezemolo, explicó los motivos por los que presentó su dimisión tras 23 años en el cargo y aseguró que algunos desencuentros con Sergio Marchionne, consejero delegado de FIAT, y el abandono de Fernando Alonso en el Gran Premio de Monza, le llevaron este fin de semana a firmar definitivamente su adiós.
"Hubo desencuentros con Marchionne y luego el abandono de Alonso en Monza –con el único motor roto de la temporada– tampoco ha ayudado, pero hemos hablado largo durante el fin de semana. Si ahora miramos hacia delante y a las inversiones que hemos hecho, tenemos un coche a la vanguardia, Ferrari tendrá todavía más fuerza", indicó en declaraciones en rueda de prensa recogidas por los medios italianos.
Montezemolo reconoció que está siendo una "mala temporada", pero no obvió que se ha menospreciado este nuevo motor. "Hemos infravalorado la importancia de este nuevo motor en la F-1, éste es el verdadero problema. Está siendo una temporada muy mala, pero existen todas las premisas para volver a ganar, gracias al trabajo duro, necesario y apropiado", dijo.
"Espero que este reglamento que no permite intervenir sobre el motor durante el año cambie", añadió el mandatario del 'Cavallino Rampante', que pidió disculpas "por los títulos" que se les escaparon en 2010 y 2012. "Y también mi pensamiento va para un hombre, un piloto que ha logrado tantas cosas posibles, Michael Schumacher".
"Es un día importante porque después de 23 años presento la dimisión en Ferrari. Acaba un ciclo importante para la empresa y gracias a la fuerza de los resultados –y de la propia marca– comenzamos uno nuevo que espero pueda ser también bueno, nuevo y diferente", sentenció.
Montezemolo llegó al 'Cavallino Rampante' en 1973 como asistente de Enzo Ferrari y, después de marcharse, retornó a Maranello en 1991, tres años después del fallecimiento del fundador, para intentar recuperar los éxitos del pasado. Bajo su mando, la escudería italiana ha conquistado seis Mundiales de Pilotos, los cinco consecutivos del alemán Michael Schumacher (2000-2004) y el del finlandés Kimi Raikkonen, pero en los últimos dos años los bólidos rojos habían quedado rezagados respecto a sus rivales pese al buen hacer de Fernando Alonso.
Por su parte, el futuro nuevo presidente, Sergio Marchionne, descartó que el cambio en la dirección se haya motivado "por la falta de gestión", pero sí dejó claro que la "gestión deportiva es esencial". "Para esto trabajaremos como condenados para volver a la victoria. Hace falta ganar, sobre esta idea nos hemos asentado. Hay que dar credibilidad a Ferrari en la pista, ganar en la pista no es negociable".
Marchionne remarcó que conocen "el problema" que existe en la actualidad con la congelación de los motores. "Hay un problema en los motores. Es un grandísimo trabajo que va adelante y no creo que esta temporada sea una gran temporada. Creo en Ferrari y en la gestión deportiva y que sabrá resurgir como ha sucedido en el pasado. Esperamos al 2015 y continuamos trabajando", comentó.
El directivo afirmó que Amedeo Felisa, consejero delegado de Ferrari, será "el hombre fuerte" de la marca, y para la gestión deportiva lo será el actual 'Team Principal' Marco Mattiacci. "No ponemos en duda los papeles", sentenció.
El consejero delegado de Fiat-Chrysler alabó que Ferrari esté "en una salud óptima" y subrayó que "no hay ninguna intención de integrar a Ferrari en Fiat Chrysler". "Quiero proteger su integridad, no hacer que se contamine en un sistema automovilístico de mercado masivo, el éxito de Ferrari es debido en gran parte a esto", añadió, restando cualquier posibilidad a una Ferrari "americana". "La idea que un Ferrari pueda ser fabricado en otro lugar es obsceno, simplemente inconcebible", zanjó.