Monurol: para qué sirve y cómo usar este antibiótico

Por Gabriel Giner @esaludcom

El Monurol, como se le conoce comercialmente, se trata de un antibiótico que, si bien no forma parte de los más conocidos y utilizados en la actualidad, posee ciertas indicaciones en la práctica médica habitual nada despreciables. Y es que, si bien no forma parte de las opciones de primera línea en la gran mayoría de los casos, aun así, sigue siendo una opción terapéutica viable más para los profesionales de la salud.

Lo cierto es que, al igual que cualquier otro antibiótico, tiene características que lo hacen especial y, por supuesto, un conjunto de consideraciones que hay que tener en cuenta antes de ingerirlo. Es por ello que hoy queremos explicarte los aspectos más destacables acerca del Monurol y sus principales características.

¿Qué es el Monurol?

El Monurol viene siendo el nombre comercial de la fosfomicina, un antibiótico de amplio espectro que, curiosamente, es sintetizado por algunas especies de Streptomyces.

Este antibiótico actúa eliminando las bacterias, lo que se le conoce como un efecto bactericida, a diferencia de muchos otros antibióticos que se les considera como bacteriostáticos, lo que significa que no eliminan a las bacterias, sino que las inhiben.

¿Para qué sirve el Monurol?

El Monurol se utiliza principalmente para tratar las infecciones de la vejiga urinaria que no estén complicadas, tanto en mujeres adultas como en adolescentes.

Del mismo modo, se puede utilizar como profilaxis antibiótica en las biopsias transrectales de próstata en hombres adultos.

Su amplio espectro le permite combatir bacterias como E. coli, Proteus species, Klebsiella pneumoniae, Enterobacter species, Serratia marcescens y Salmonella typhi, y en menor medida para Pseudomona aeruginosa.

¿Cómo funciona el Monurol?

Como ya hemos dicho anteriormente, el Monurol se trata de un antibiótico bactericida. Dicha acción es posible gracias a la inhibición de la síntesis de la pared bacteriana, gracias a un bloqueo irreversible de la enzima UDP-N-acetil-glucosamina.

Su excreción es netamente renal y la vida media en sangre de este fármaco puede oscilar entre las 5 a 7 horas.

Su vía de administración es oral, mediante el uso de sobres granulados para solución oral de 2 y 3 gramos.

¿Cómo se usa?

Al igual que cualquier tipo de antibiótico o medicamento en general, el Monurol no debe consumirse de manera indiscriminada. Mucho menos si no se cuenta con la opinión de un profesional en el área de la salud que sepa recetar ante los escenarios apropiados.

Cuando este antibiótico se utiliza como profilaxis antibiótica en las biopsias transrectales de próstata, se recomienda ingerir 1 sobre de Monurol 3 horas antes del procedimiento y 1 sobre de Monurol 24 horas después. La dosis básica también consiste en la ingestión de 1 sobre de Monurol de 2 o 3 gramos

Este medicamento no se debe utilizar en menores de 12 años de edad y, en pacientes con enfermedades renales. Se debe realizar un examen exhaustivo con énfasis en la depuración de creatinina, para determinar si están aptos o no para consumir este medicamento.

Este medicamento debe ingerirse con el estómago vacío, aproximadamente 2-3 horas antes de la comida o, en su defecto 2-3 horas después.

Su preparación es muy sencilla. Simplemente, debe disolverse el contenido del sobre en un vaso de agua y beberlo íntegramente.

¿Cuáles son sus efectos adversos?

Los principales efectos asociados al Monurol, son los siguientes:

  • Insuficiencia renal.
  • En el embarazo: se han evidenciado efectos tóxicos sobre el feto a dosis elevadas correspondientes a 25 veces la dosis terapéutica. En dosis normales, no se han evidenciado efectos adversos sobre el feto.

  • En la lactancia: en condiciones normales, el Monurol puede propagarse a través de la leche materna, de modo que se recomienda su administración durante la lactancia únicamente en aquellas circunstancias donde se considere que el factor costo/beneficio juega a favor de la paciente.
  • En muy pocas oportunidades, se han descrito otros efectos adversos como: exantema, urticaria, angioedema, reacción de hipersensibilidad grave, aumento de transaminasas y fosfatasa alcalina, así como también alteración visual, inapetencia, dificultad para respirar, broncoespasmos, dolor de cabeza, náuseas, diarrea, vómitos, dolor abdominal y sobreinfección bacteriana.

¿Qué se necesita saber antes de empezar a tomarlo?

Antes de ingerir este medicamento, ya sea por prescripción médica o de forma voluntaria, es necesario tener en cuenta un conjunto de consideraciones que te ayudarán a evitar efectos adversos según tu condición.

Por ejemplo, si posees antecedentes de alergia a la fosfomicina, que es el compuesto activo del Monurol, debes evitar a toda costa su consumo y, en todo caso, acudir a otra opción terapéutica.

Como ya hemos dicho anteriormente, el Monurol se indica, principalmente, en ciertos casos de infecciones urinarias. Sin embargo, como también se mencionó al principio, no es el fármaco de primera opción ante estas situaciones. Por lo que su uso debe ser recomendado por el médico y nunca de forma voluntaria y deliberada. 

El Monurol puede llegar a provocar efectos adversos graves, como es el caso de reacciones alérgicas e inflamación del intestino grueso. De modo que es pertinente prestar atención a cualquiera de estos y otros síntomas mientras estás en tratamiento con este fármaco. Con esto nos aseguraremos reducir el riesgo a lo más mínimo de que se generen problemas en el futuro.

El Monurol no debe administrarse bajo ninguna circunstancia en niños menores de 12 años. Hasta el momento, no se ha establecido la seguridad y eficacia suficiente en este grupo de edad mediante el consumo de este medicamento.

Es importante que, antes de empezar a ingerirlo, informes a tu médico o farmacéutico si estás tomando, has tomado o pudieras tener que tomar cualquier otro fármaco. Debido a las interacciones que estos pudieran llegar a hacer con el Monurol, potenciando así su efecto o entorpeciéndolo. En este sentido, hay que hacer un énfasis mayor en:

  • Metoclopramida o cualquier otro medicamento que aumente el tránsito intestinal, ya que estos pueden reducir la absorción del Monurol en el organismo.
  • Anticoagulantes, debido a que el Monurol y otros antibióticos pueden alterar su capacidad para evitar la coagulación de la sangre.

Por otro lado, se ha determinado que ciertos alimentos pueden retrasar la absorción del Monurol. Se recomienda que este medicamento se tome con el estómago vacío de la misma forma que hemos indicado anteriormente.

Embarazo, lactancia y fertilidad

Si una persona está embarazada o en pleno periodo de lactancia, cree que podría estar embarazada o, en su defecto, tiene intención de quedar embarazada, es importante consultar al médico antes de considerar utilizar este medicamento.

En dichos casos, el médico en cuestión recurrirá a este medicamento solo cuando se considere estrictamente necesario y no se pueda recurrir a otra opción terapéutica.

Es posible que este medicamento produzca mareos intensos, lo que podría afectar a la capacidad para conducir o manipular máquinas.

El Monurol, en su constitución, posee sacarosa. De modo que, si se eres sensible ante este tipo de azúcares, es importante comunicárselo al médico.

De forma muy rara y excepcional, el Monurol puede llegar a provocar reacciones de hipersensibilidad graves o alergias y broncoespasmo (sensación de ahogo repentino) debido a su contenido de sulfitos.