En los últimos años el consumo de antibióticos se ha disparado. Las consecuencias del abuso de estos fármacos son:
- Reacciones alérgicas y otros efectos adversos
- Impacto agresivo sobre la flora intestinal y respiratoria
- Elimina la mayor parte de bacterias sensibles, pero facilita el crecimiento de bacterias resistentes, con el riesgo de su posible diseminación al resto de la población.
Prevención y consumo responsable
Para prevenir la aparición de cepas resistentes a los antibióticos, con el consiguiente riesgo para la familia, la comunidad o la sociedad, se impone la toma responsable de antibióticos, mediante las siguientes recomentaciones:
- Tenga en cuenta que la mayoría de las infecciones respiratorias no requieren el uso de antibiótico.
- Si su médico no lo considera indicado, hágale caso.
- Nunca compre un antibiótico en la farmacia sin receta médica. No se automedique.
- No intente que otras personas tomen antibióticos que a usted le fueron bien. Especialmente los niños.
- Cuando el médico le haya prescrito un antibiótico, cumpla las recomendaciones de uso tal y como le han indicado.
- No guarde los fármacos que le sobraron de un ciclo anterior correspondiente a otro proceso de enfermedad. Evitará hacer mal uso de los mismos.
- Emplee los calendarios de vacunación. Las vacunas previenen enfermedades infecciosas.
- Si utiliza los antibióticos de forma irresponsable, en un futuro puede ocasionar problemas cuando se vea en la necesidad de tratar infecciones graves. Tanto a usted como al resto de las personas de su familia.
- Cuando esté enfermo extreme las medidas de higiene. De ese modo evitará la transmisión de la infección a otras personas.