El pomelo es una fruta que me apasiona. ¡Todavía recuerdo la primera vez que lo probé! Fue el verano de mi 18 cumpleaños (¡madre mía si ha llovido!) que mi padre me mandó a Inglaterra a estudiar inglés. Yo vivía en Canterbury, en una típica familia inglesa (por aquello de la inmersión total) compuesta por una dulce ancianita y sus dos caniches. La señora me preparaba todos los días el desayuno antes de irme a clases y un día apareció en el plato medio pomelo cubierto con un montón de azúcar. ¡Fue amor a primera vista!
Cuando es la temporada lo suelo tomar como zumo para desayunar así que cuando vi la propuesta de este mes supe que quería hacer esta mousse, rica y muy sencilla, cuya receta (aunque con otra fruta) es de mi amiga Julia. ¡Vamos allá!
Ingredientes: 1 pomelo; 250 ml nata para montar; 6 cucharadas azúcar glas; 2 hojas gelatina neutra.
Preparación: Exprimir el zumo del pomelo (deben ser unos 200 ml). Poner las hojas de gelatina en remojo en agua fría durante 5 minutos. Montar la nata con el azúcar y reservar en la nevera.
Calentar un poco del zumo de pomelo en el microondas (15 segundos) y disolver la gelatina ayudándonos con la varilla. Este es un paso importante, debe quedar completamente disuelto. Añadir el resto del zumo y mover con la varilla para integrar todo.
Ir añadiendo, poco a poco, la nata montada sobre el zumo e integrar con movimientos envolventes. Guardar un poco de nata (unos 50 ml) para decorar.
Rellenar con la mousse unas copas (de helado o, como en este caso, de champán) y dejar en la nevera enfriando durante 3-4 horas. En el momento de servir decorar con la nata montada sobrante con la ayuda de una manga pastelera.
Espero que os guste la propuesta que he hecho para el Reto Color y Sabor de Temporada, os aseguro que está riquísimo. ¡Mmmmmm!