La actividad física es fundamental para el mantenimiento de las condiciones de salud de todos los seres humanos. A pesar de que muchas publicaciones informan sobre el incremento de la realización de actividades físicas en la población, aún se mantiene en 60 por ciento el porcentaje de los adultos con vida sedentaria.
La automatización del trabajo, los abundantes medios de transporte, las tareas que obligan a estar de pie o estar sentado durante largo tiempo, han convertido al ser humano en un ente esencialmente sedentario.
Una vida pasiva, una vida inactiva, es el mejor boleto para convertirnos en personas con achaques, con enfermedades, con problemas físicos, con problemas de salud; por lo tanto resulta altamente positivo e importante realizar actividades físicas o deportes para evitar estas situaciones.
Son múltiples las investigaciones médicas que demuestran la correlación positiva entre la actividad y el bienestar físico y mental, así como del incremento de la esperanza de vida.
Una persona sedentaria que además fume tabaco, que ingiera suficiente alcohol y que lleve una vida muy estresada (este tipo de persona las vemos con mucha frecuencia en nuestro medio) es una persona que tarde o temprano va a tener problemas de salud importantes y una expectativa de vida no muy larga; es una persona que morirá a destiempo (A los 40 ó 50 años) de un ataque cardiaco, de un ataque cerebral o por cáncer de tráquea, bronquio o pulmón.
En fin, hacer deportes o ejercicios es muy favorable para nuestro bienestar personal y para un buen estado de salud físico y mental, además de que contribuye a mejorar diferentes áreas de nuestra vida:
• Mayor rendimiento académico
• Mejor oxigenación de los tejidos y del cerebro
• Mayor confianza y seguridad para enfrentar la vida
• Mayor estabilidad emocional
• Mejor función de la memoria
• Mayor rendimiento laboral
• En general, un mejor nivel de vida.
El ejercicio disminuye las grasas del cuerpo, es un antihipertensivo natural, mejora el funcionamiento del corazón, disminuye el azúcar en sangre, es tranquilizante y con cualidades antidepresivas y relajantes, disminuye el riesgo de un infarto al miocardio.
Es importante señalar que el ejercicio actúa a nivel de nuestro cerebro y las glándulas endocrinas, como la tiroides, disminuye la producción de adrenalina, aumenta la producción de sudor e incrementa la formación de endorfinas, mejor conocida como la hormona del bienestar, también previene la osteoporosis, mejora la función de los ligamentos, de los músculos, tendones y articulaciones.
El ejercicio físico es una parte importante de los programas destinados a mantener un buen estado de salud, pero la actividad física debe realizarse de forma regular y adecuada. Cuando se realiza de forma desordenada, sin previa supervisión médica, puede ocasionar serios inconvenientes, incluyendo muerte súbita de origen coronario.
Mantener una vida físicamente activa reduce en un 35 a 55 por ciento el riesgo de presentar un infarto al miocardio Al concluir de leer esta columna decídase a vivir una vida más dinámica, muy especialmente aquellas personas que pasan de 40 años. Iniciemos otro modelo de vida. A movernos todos
Dr.
Ernesto Díaz Álvarez
Cardiólogo Sub-director
Instituto Dominicano de Cardiología /hoy.com.do