Muchas veces nos encontramos con la necesidad de editar un video. Ya sea para un trabajo académico, para recordar un viaje o para celebrar un evento. Si bien existen en el mercado software de calidad especialmente dedicados para el tema (claros ejemplos son Sony Vega, Adobe Premier o Camtasia Studio) muchas veces o no disponemos del dinero para hacernos con ellos o la cantidad de opciones que poseen nos abruman y terminamos perdiendo interés por no poder realizar trabajos sencillos.
Precisamente para este tipo de trabajos está Movie Maker. Un programa que viene ya instalado con Windows y que en sus últimas versiones (sobretodo las que vienen en Windows 8 y Windows 8.1) ha evolucionado bastante y es ideal para editar videos caseros.
Históricamente Movie Maker se ha caracterizado por su sencillez. Basta simplemente con agregar los distintos elementos que queremos que compongan nuestro video final y luego jugar con el tiempo y los efectos entre ellos.
A modo de consejo vale decir que es muy recomendable colocar previamente todos los elementos que van a componer el nuevo proyecto en una misma carpeta. De esta forma estaremos ganando tiempo a la hora editar el video y no tendremos que andar preocupándonos por donde está cada cosa.
Para comenzar, lo primero que hacemos es crear un nuevo proyecto y luego simplemente vamos agregando los distintos elementos. En tal sentido se puede colocar diapositivas de texto, videos e imágenes. Cada uno de esos elementos se van colocando en una línea de tiempo y nosotros podremos ir controlando el tiempo que cada uno de ellos está en escena, la transición (efecto de entrada, salida, etc) que se produce cuando hay un cambio de elemento, la posición dentro del proyecto final, así como algunos efectos de animación. Los videos pueden ser editados (ya sea cortados hasta cierto punto, o eliminado una sección en una parte del mismo). Es importante destacar que a un costado de la pantalla siempre tenemos una vista previa de como va quedando nuestro proyecto.
El tema del audio también está cuidado. Es posible agregar pistas de sonido (canciones, por ejemplo), o simplemente realizar por intermedio de un micrófono una narración de voz que vaya contando lo que vamos viendo en los distintos elementos del video. En este caso el audio se carga en una segunda pista dentro de la línea de tiempo, por lo que podemos jugar con los volúmenes. A modo de ejemplo si tenemos un video con audio y una canción, podemos silenciar uno de los dos o jugar con los volúmenes para que uno se escuche más fuerte que el otro.
Es interesante destacar que en las nuevas versiones de Movie Maker es posible agregar videos grabados con la propia Web Cam u obtener los mismos de distintas redes tales como YouTube o Vimeo.
Es que la interacción con la red está muy bien lograda a punto tal de que la producción final se puede compartir en Facebook, SkyDrive (tenemos la posibilidad de conectarnos con nuestra cuenta de Microsoft), Flickr, o los ya mencionados YouTube o Vimeo.
Y hablando de la producción final, bien vale mencionar que el proyecto debe ser guardado como tal, en su formato original para luego tener la posibilidad de modificarlo fácilmente. Luego si, se guarda la película en el formato indicado, ya sea para PC, para HD, o para tablets y otros dispositivos móviles. En este caso las posibilidades son bastantes por lo que el tema de formatos está bastante cubierto. Tenga en cuenta de que el video demora en compilarse una determinado tiempo dependiendo de la cantidad de elementos que posea.
Es muy probable que al final de realizar todos estos pasos pueda ver su video en diferentes dispositivos … pero si no lo logra no se preocupe que existen programas que permiten convertir todo tipo de formatos de video … pero eso lo trataremos en otro post.