El accidentado, que iba al volante de todo un McLaren F1, perdió el control de su coche antes de salirse de la calzada a 386 kilómetros por hora y acabar estrellado contra un olivo.
Atkinson era uno de los integrantes de un grupo de apasionados del motor que se reunieron para disfrutar de las carreteras del centro de Italia al volante del mítico supercoche de Woking, diseñado en 1992 por Gordon Murray con la intención de acercar la categoría reina del automovilismo a la carretera convencional.
El actor británico se detuvo inmediatamente para ayudar al hombre accidentado. También se lo fotografió mientras retiraba los deshechos del F1, que quedó completamente destrozado después de dar una vuelta de campana, según ha informado el rotativo The Telegraph.
La policia italiana se presenció en lugar del suceso en cuestión de minutos junto a un equipo de bomberos y un helicóptero medicalizado que trasladó al herido hasta el hospital de Pisa, donde a día de hoy su condición permanece estable.
Rowan Atkinson sabe muy bien qué se siente cuando estrellas un McLaren F1, pues en 2011 sufrió un accidente en las cercanías de su casa al volante de su preciado deportivo. El coche quedó para el arrastre: Rowan perdió el control y se estrelló contra un árbol, pero lo peor aún estaba por llegar, pues poco después el chasis estalló en llamas.
Atkinson no desechó el coche, sino que lo hizo reparar por la friolera de 1'2 millones de euros, una cifra que, pese a ser astronómica, sigue siendo muy inferior a la cotización actual del supercoche, que en agosto de 2013 se pagó a 6'1 millones de euros en una subasta. La producción del McLaren F1 cesó en 1998 y tan sólo existen 106 unidades en todo el mundo.
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