¿Pasa la mayor parte de su tiempo sentado frente al ordenador y hace años que no se calza unas zapatillas de deporte? Si es usted varón y ha respondido afirmativamente a esta pregunta, sepa que esa combinación de hábitos puede ser fatal para su corazón. Lo asegura esta semana una investigación danesa que realizó un seguimiento durante 30 años a casi 5.000 trabajadores del país escandinavo.
"Los hombres en baja forma que trabajan durante muchas horas tienen un riesgo más elevado de morir a causa de una cardiopatía isquémica", subrayan los autores de este trabajo, publicado esta semana en la revista 'Heart'.
Además de evaluar el estado físico de los participantes, estos investigadores también valoraron las condiciones laborales de cada individuo y la cantidad de ejercicio que realizaban al día, entre otros factores. Además, también comprobaron su capacidad física a través de una prueba de esfuerzo.
-Demasiadas horas
Más de dos tercios de los participantes trabajaban entre 41 y 45 horas a la semana, mientras que un 18% de la muestra tenía horarios aún más prolongados. Durante el seguimiento, un total de 587 hombres (un 12% de los varones estudiados) falleció a causa de un problema de corazón.
El análisis de los datos obtenidos puso de manifiesto que la unión de mucho trabajo y poca actividad física resultaba muy peligrosa para el corazón.
"Trabajar más de 45 horas a la semana se asociaba con un elevado riesgo de mortalidad cardiovascular entre los hombres que están en baja forma", comentan en su trabajo los investigadores, quienes subrayan que este mayor índice de mortalidad no se observó en aquellos cuya condición física era buena o muy buena.
En sus conclusiones, los investigadores explican que el exceso de trabajo es capaz de elevar la presión arterial y la frecuencia cardiaca durante un espacio prolongado de tiempo, lo que termina afectando a la salud cardiovascular. Además, trabajar demasiado reduce el tiempo necesario para el descanso, lo que también podría afectar al corazón. El ejercicio, según su hipótesis, sería especialmente beneficioso en las personas muy atareadas, ya que les ayudaría a afrontar mejor las largas jornadas y mejoraría su capacidad de recuperación tras un esfuerzo.
Con todo, estos autores reclaman más investigaciones al respecto que validen sus conclusiones y prueben si son aplicables a las mujeres y a las personas de otras razas.
**Publicado en "EL MUNDO"