Esto ocurre debido a que el sistema inmune activa la producción de moco como un mecanismo de defensa para que el cuerpo pueda defenderse de cualquier bacteria, enfermedad o microrganismo que esté atacándole.
Presentar mucosidad en la garganta, ya sea de forma permanente o temporal, resulta un síntoma bastante incómodo que puede traer consigo una serie de molestias en las vías respiratorias superiores, llegando incluso a irritar la garganta. Para tratar este exceso de moco es necesario asistir al médico y conocer su causa. Si quieres saber más sobre este tema, te invitamos a seguir peyendo este artículo de eSalud sobre la mucosidad en la garganta, síntomas, causas y tratamiento.
¿Por qué hay mocos en la garganta?
Goteo postnasal
Como su nombre, lo indica, el goteo nasal posterior ocurre cuando se presenta una acumulación de mocos en la nariz que descienden hacia la garganta y se acumulan en ella, dificultando el acto de tragar e irritando la laringe. El goteo postnasal es una de las principales causas de presentar sensación de mocos en la garganta y tos de forma permanente y suele estar asociado a otras afecciones.
Entre las principales causas del goteo postnasal encontramos:
- Reflujo gastroesofágico: cuando comemos, la comida viaja desde la boca hasta el estómago a través del esófago. En dicho recorrido se halla una especie de válvula o anillo que sirve de tapón para evitar que la comida se devuelva a la boca. Cuando ese anillo muscular no se cierra correctamente, los jugos ácidos y demás contenidos del estómago pueden devolverse al esófago. A esa condición se le conoce con el nombre de reflujo gastroesofágico y que puede estar causada por tabaquismo, obesidad, alcoholismo, embarazo, hernia de hiato y algunos medicamentos. Entre los principales síntomas del reflujo gástrico destaca la mucosidad en la garganta y la sensación de que el alimento queda atorado después de tragar, tos, acidez, ronquera, náuseas y dolor de garganta.
- Rinitis: la rinitis es una condición alérgica causada por cualquier factor alergógeno como el polvo, el polen y los ácaros. Realizar una prueba de alergias es vital para descubrir cuál es la causa de la rinitis y poder así encontrar el tratamiento adecuado para frenar los síntomas y prevenir la evolución de la enfermedad. La rinitis puede causar exceso de mocos en la garganta debido al goteo postnasal, exceso de mocos en la nariz, comezón en los ojos, irritación y estornudos, entre otros síntomas.
- Sinusitis: esta condición s una causa muy común de presentar mucosidad en la garganta y ocurre cuando el tejido que cubre los senos paranasales se inflama lo cual bloquea las fosas nasales haciendo que se acumulen los mocos y desciendan hacia la garganta.
- Aire seco. Las personas que están durante mucho tiempo en un ambiente frío o con aire acondicionado son más propensas a presentar mucosidad en la garganta debido a que el cuerpo estimula la producción de moco para combatir la sequedad en las membranas nasales y devolverles su humedad.
Solo un especialista en otorrinolaringología puede diagnosticar esta afección a través de un chequeo exhaustivo de la garganta. El tratamiento del goteo postnasal puede variar según su causa, pero por lo general siempre se recetan descongestionantes nasales para evitar la mucosidad en la garganta y prevenir la irritación de la laringe. En el caso de presentar reflujo gastroesofágico es indispensable que la persona acuda también a un gastroenterólogo para tratar dicha afección y prevenir condiciones de mayor riesgo.
Desviación del tabique
Tener el tabique desviado es otra de las causas de mucosidad en la garganta. Esta condición suele ser hereditaria o causada por algún traumatismo y aunque muchas veces no es visible a simple vista, sus molestias sí se hacen sentir. Tener el tabique desviado implica muchas complicaciones en las vías respiratorias superiores como dificultad para respirar, sinusitis, ronquidos, dolor de cabeza, acumulación de moco en las fosas nasales, mucosidad en la garganta y goteo postnasal.
La desviación del tabique es preciso corregirla y tratarla para evitar que su progreso genere una congestión bacteriana recurrente, lo cual hace que la persona esté constantemente presentando infecciones respiratorias que, si no se tratan correctamente, pueden llegar a extenderse hasta los pulmones.
Un otorrinolaringólogo será el responsable de examinar esta condición y determinar su gravedad. Puede ser necesario la realización de una tomografía para determinar la desviación. Para corregir el tabique desviado se debe modificar la anatomía del mismo a través de una intervención quirúrgica. Los analgésicos y demás medicamentos solo consiguen aliviar los síntomas.
Procesos alérgicos
Cualquier cuadro alérgico puede desatar una rinitis que estimule la producción de mocos y, por lo tanto, cause mucosidad en la garganta. Las alergias más comunes que causan mocos en la garganta son al polen, al polvo y a los ácaros, pues afectan principalmente las vías respiratorias superiores y pueden ocasionar rinitis permanente.
En caso de ser alérgico a alguno de los agentes mencionados anteriormente y presentar mucosidad en la garganta, además del tratamiento recetado por el médico es importante mantener en casa un ambiente limpio, evitar el uso de alfombras, cortinas y plumeros, cambiar la ropa de cama dos veces por semana, limpiar cada tres días los vidrios de ventanas, evitar el uso de mantas o cobijas tejidas o aterciopeladas y prescindir de cualquier otro elemento que acumule el polvo en él. En caso de alergia al polen es vitar asistir al alergólogo antes de empezar la primavera para recibir un tratamiento preventivo.
El tabaquismo
Para nadie es secreto que el cigarrillo es uno de los agentes más tóxicos que podemos suministrarle al organismo, pues además de causar distintos tipos de cáncer, afecta de tal manera las vías respiratorias inferiores y superiores que compromete la correcta respiración y la cantidad de oxígeno que recibimos.
Entre las consecuencias del tabaquismo resalta la irritación de la laringe e inflamación de las membranas nasales, lo cual aumenta la producción de moco que se acumula en la garganta y causa ronquera, tos y carraspera. ¿Cuál es el tratamiento en estos casos? Buscar ayuda para dejar de fumar y llevar una vida con hábitos saludables.
Infecciones bacterianas
Cualquier tipo de infección que se produzca en las vías respiratorias o en la laringe, tales como sinusitis, amigdalitis, faringitis, bronquitis y hasta neumonía causan la producción excesiva de moco para impedir la proliferación de la bacteria que ha causado la infección.
Por esta razón, además de los síntomas pertinentes que puede causar cualquiera de estas afecciones, se presenta una acumulación de mocos en la garganta que suele ser temporal en la mayoría de los casos.
Síntomas que puede causar la mucosidad en la garganta
- Carraspeo frecuente para movilizar el moco acumulado.
- Tos que se produce como un mecanismo de defensa del cuerpo para expulsar el moco.
- Irritación de la garganta.
- Sensación de que hay algo atorado en la garganta y de que no podemos tragar bien.
- Inflamación de la laringe.
- Dolor de cabeza o dificultad para respirar.
- Mal aliento.
Consejos para tratar la mucosidad en la garganta
El tratamiento de esta condición dependerá de su causa. Por lo tanto, si llevas tiempo presentando mucosidad en la garganta y no sabes a qué pueda deberse, lo más recomendable es que marques una cita con tu médico para que evalúe tu salud y te indique el tratamiento correcto. Sin embargo, mientras esperas t cita médica puedes poner en práctica algunos consejos y remedios caseros para la mucosidad en la garganta que, aunque no corregirán el problema, te ayudarán a sentirte mucho mejor
- Beber al menos 3 litros de agua al día mantendrá tu garganta hidratada y ayudará a que los mocos desciendan con mayor facilidad. Además, el agua ayuda a que los mocos sean menos espesos.
- Existen alimentos, como los lácteos, cereales, huevos, azúcar y legumbres que incrementan el volumen de los mocos. Lo mejor será que evites comerlos.
- Si tienes mucosidad en la garganta y tos este es un buen momento para coger impulso y dejar de fumar. El cigarrillo solo emporará dicha condición.
- Mantén tu hogar limpio y plantéate fumigar contra los ácaros.
- Mantente al margen de cualquier agente tóxico como humo y gases del ambiente.
- Evita estar todo el día expuesto al aire acondicionado o la calefacción.
- Haz gárgaras de agua con sal tres veces al día para disminuir las molestias y reducir la irritación que puedas tener.