A primeros de año una amiga me regalo este pequeño mueble, me mandó una foto y me dijo: "lo voy a tirar, lo quieres?" Gran peligro, "por supuesto" le contesté.
Estaba un poco deteriorado, pero la persiana estaba estupendamente, así que me lancé a restaurarlo.
Le desmonté las patas, arreglé el cajón, una buena limpieza con amoniaco y detergente, un poco de lija y esmalte al agua Titanlux Ecológico, yo elegí mate pero también lo hay satinado. Es una pintura que no necesita imprimación ni barniz, me la recomendó una querida amiga, Carola Pelaez, la reina de las restauraciones.
También le pinté las patas y puse protectores de los que no se ven.
Este trabajo lo hice durante el confinamiento, el mueble venia sin tiradores y en casa no tenía nada más que unos blancos de otro mueble que restauré y se los cambié, así que los pinté con la misma pintura, pero en blanco quedaban un poco sosos, les añadí un pequeño decoupage con unas cerezas y dos manos de barniz, también mate. Pensé que cuando pudiera salir le compraría unos tiradores nuevos, pero me encanta como quedan y así se quedan. Cómo es un mueble que va a ir en la cocina le quedan geniales.
Espero que os guste a tod@s.