Nuestros recuerdos más felices suelen ser los de la infancia. A menudo cobran vida cuando se hojean las manidas páginas de un viejo álbum de fotos,
o cuando notamos un aroma o un gusto que nos lleva en sueños a agradables tiempos pasados.
Lo mismo ocurre con los muebles que había en nuestra infancia. Una mecedora pequeña o un armario, de repente pueden traer de vuelta
un juego o un evento que casi se había borrado de la memoria por el paso del tiempo. ¿Quien no recuerda alguna sillita pequeña donde se sentaba en su infancia?Que levante la mano!!
Pues bien, he encontrado en la red una empresa que produce mueblesdestinados a perdurar generaciones, y a convertirse en bellos recuerdos de la infancia.
Cada pieza de mobiliario que producen es única, cuidadosamente elaborada totalmente a mano. Sin bordes ni esquinas.
Un sueño de muebles destinado a perdurar
Heriloom
Os deseo felices momentos y felices recuerdos para el fin de semana!!!