Muebles vintage

Por Jose Peral @Centrolandia

Que cualquier tiempo pasado fue mejor, no siempre se ajusta a la realidad, pero si trasladamos este tópico a la decoración podría tener su parte de razón. Nos referimos al Vintage.

¿Por qué Vintage?

Porque  una de las grandes ventajas de este estilo es su versatilidad a la hora de decorar viviendas de lo más diversas, desde modernos apartamentos urbanos a una casa de campo, entremezclando objetos y diseños que tengan un mínimo de veinticinco o treinta años.
A nuestro juicio, la clave del triunfo del estilo Vintage radica en combinar perfectamente la elegancia y el romanticismo propio de los estilos más antiguos con elementos muy actuales y modernos.

¿Por qué no confundir Vintage con Shabby Chic?

Por que, obviamente no son lo mismo, aunque las diferencias se encuentren demarcadas por una estrecha frontera.
El Shabby Chic se resume en la combinación de artículos antiguos con un aire más sofisticado y más pomposo.

Colores y materiales del Vintage

Generalmente nos basaremos en el blanco, el blanco roto o decapado combinando accesorios que se tiñan de tonos vivos o pastel. Otros colores como el azul, el pardo, el verde y el rosa aligeran el estilo haciéndolo más acogedor; siempre intentando no mezclar demasiado los tonos para evitar la sensación de barroquismo.

No hay que olvidar los estampados florales en los textiles, y en éstos últimos la combinación de fibras naturales como sintéticas. Se puede abusar de los diseños a rayas, los encajes y aquéllos que nos trasladen a la década de los cuarenta. El papel tapiz es una buena opción.

En cuanto a los materiales en sí, hacemos referencia a la madera, la forja, y el mimbre como los más destacados.

Mobiliario Vintage

El mobiliario Vintage posee una estética no sólo antigua, sino que en ocasiones descuidada reforzada con el uso de cuadros de dibujos y marcos envejecidos.

Una buena elección es el estilo provenzal, caracterizado por un diseño tradicional con formas onduladas. El denominado Luis XV tiene un temperamento especial porque otorga majestuosidad al ambiente, con preferencia por los tonos oscuros (como el nogal, caoba o cerezo), o el decapado con detalles en dorado o bronce.

Las lámparas de araña con lágrimas de cristal encajan perfectamente en esta tendencia, combinadas con las de pantalla de pergamino en las de sobremesa. En cuanto a los espejos, que éstos sean grandes; tipo imperio, ovalados o rectangulares.

Un sillón Vintage resulta un complemento perfecto para lograr el contraste buscado.

Accesorios

Los accesorios juegan un papel determinante en el resultado final de este estilo. Las plantas y flores dan color y un toque romántico. La flor cortada (como Lilas o el Jazmín de invierno) dentro del frasco de vidrio adecuado proporciona un toque muy personal, mientras que detalles como jarrones afrancesados, cestos de mimbre, baúles, relojes antiguos o elementos de los años cincuenta lograran potenciar el efecto Vintage. Teniendo siempre presente que lo que destaca en esta decoración es el contraste cuidado-descuidado, ofreciendo espacios en los que distintas piezas sin aparente cohesión se integran en perfecta armonía.