Museo del Novecento: nuevo espacio expositivo en Milán

Por Camilayelarte @camilayelarte
Poco antes de Navidad y aprovechando el ambiente bullicioso de las calles de Milán por esas fechas, se inauguró un nuevo espacio expositivo, el Museo del Novecento La  ubicación del museo es de lo más espectacular: en el Palazzo del Arengario, edificio de la era mussoliniana, en plena Piazza del Duomo,  los arquitectos Italo Rota y Fabio Fornasari han ideado una rampa helicoidal que va dirigiendo al visitante en su recorrido desde las primeras vanguardias italianas hasta  las manifestaciones espacialistas de Lucio Fontana. El Museo se ha planteado como un espacio de exhibición de lo que ha sido el arte italiano en el S. XX, y de lo que será en el XXI.

Museo del Novecento en Piazza Duomo. Vista del exterior.


Vista de la rampa helicoidal que distribuye los espacios del museo


Empezamos el camino por la rampa helicoidal que a modo de preludio de lo que vamos a ver nos muestra la obra de Pelliza Da Volpedo, Quarto Potere, muy bien iluminada aunque haya que dar algún que otro codazo para verla bien.

Pelliza da Volpedo, Quarto Potere, 1901.

Pelliza da Volpedo, Quarto Potere, 1901 (detalle)


Boccioni, Balla, Severini y los escritos de Marinetti sobre el Futurismo, así como  las piezas de De Chirico y Morandi son los platos fuertes de la colección. 

Umberto Boccioni.

 Antes de llegar a Fontana, que corona el edificio con una de sus Luce spaziale. Struttura al neon per la IX Triennale di Milano (también tenemos una en Barcelona, en el Caixaforum, pero apagada...), vemos el proyecto del Soffito dell'Isola d'Elba instalado en una enorme sala, se trata de una intervención ambiental en el espacio arquitectónico que el artista proyectó para el salón del Hotel del Golfo a Procchio en Elba. 

Lucio fontana. Soffito L'Isola d'Elba. 1951. Foto: Enrico Lonati

Lucio Fontana, Luce spaziale,

Varios Concetti spaziali nos esperan en la sala dedicada al artista desde donde también se puede ver el arabesco de la Luce spaziale, que sirve de reclamo ya desde el exterior de la Piazza Duomo y continúa como  promesa cuando comienza el camino iniciático de la rampa.

Sala con los Concetti spaziali de Lucio Fontana, al fondo el arabesco luminoso


Lucio Fontana, Concetto Spaziale, 1954.

La importancia de la obra de Lucio Fontana en la escena artística del Milán de finales de los años cincuenta y sesenta, es crucial para el desarrollo de la neovanguardia italiana de los sesenta, en particular de los postulados neodadaistas-constructivistas que se gestan entorno a la edición de la revista Azimuth. Las salas dedicadas a Piero Manzoni, Dadamaino, Castellani y el Gruppo T son, para mi, la parte más interesante de todo el museo,  se trata de un momento en el arte italiano de suma importancia para lo que vendrá después (el arte conceptual), con un nivel altísimo de creación, investigación y resultados artísticos.

Dadamaino

Piero Manzoni y su celebre Merda d'Artista

 Para ver el Arte Povera hay que cruzar una pasarela que comunica con el Palazzo reale, donde se encuentra el resto de la colección. 

Vista del Duomo desde el Museo.

Vista nocturna de la Piazza Duomo desde el Museo del Novecento


A destacar de entre las propuestas de arte emergente el proyecto de la artista Marzia Migliora, Quelli che trascurano di rileggere si condannano a leggere sempre la stessa storia, un proyecto de arte sonoro, donde la clásica audioguia de museo es sustituida por un viaje sonoro de la mano (o voz) de gente no profesional del mundo del arte: un psiquiatra, un niño de 10 años, un enfermero, un músico...pinchar aquí

Foto: www.museodelnovecento.org


Lo Mejor del Museo del Novecento: La ubicación y las vistas.Lo peor del Museo del Novecento: La verdad es que lo de la rampa es muy espectacular desde fuera pero a la hora de la verdad las salas de exposición resultan un poco pequeñas y laberínticas.