Patrick MacNee en Don’t look back in anger, de Oasis.
Danny Aiello en Papa don’t preach, de Madonna (a su vez intrusa inadmisible y bastante repelente en el cine).
Aquí consideramos que Madonna es uno de los peores engendros que generaron los años 80, así que no podemos evitar recordar Reservoir dogs y su famosa escena del desayuno…